Fue presentar su nombre y saber que el publico congregado en el Estadio Olímpico, que era mucho, tenía una clara favorita para la prueba de lanzamiento de martillo. Berta Castells, la lanzadora de Torredembarra, lo pudo apreciar desde un primer momento. Era el escenario predilecto para soñar. Después vendría lo que vendría, pero el subidón de energía llegó en los primeros instantes. Ya nadie dudaba de que probablemente estábamos ante la prueba deportiva más esperada a nivel local. Tarragona quería ver a una de los suyos en lo más alto.
A Castells le iba a tocar esperar para lanzar ya que era la cuarta en la lista. Antes de ello, pudo apreciar como la turca Kivilcim Kaya daba un golpe en la mesa con un lanzamiento que superó los 70 metros (70,83 m). Parecía que más allá de la ya peligrosa francesa Alexandra Tavernier, otra lanzadora quería pelear por el oro.
Aquello no mitigó las fuerzas de Castells. No pudo superar a la turca en el lanzamiento pero sí que pudo lanzar en su primer intento hasta los 67,53 m, un registro brutal y que significaba la mejor para una lanzadora española de toda la temporada. Se colocó segunda de manera provisional hasta que Tavernier entró en escena.
Por si alguien tenía dudas del nivel de la francesa, en su primer lanzamiento dejó claro su actual estado de forma. Lanzó el martillo a 73,67 metros, situándose primer en la clasificación de manera destacada y con una marca que ya se intuía difícil de superar en el resto de lanzamientos salvo sorpresa. En el primer turno de lanzamientos, Berta Castells finalizaba en tercera posición por detrás de Kaya y Tavernier.
Sin embargo, en la segunda tanda de lanzamientos rápidamente llegaron las malas noticias. Camille Sainte, lanzadora francesa, se sacó un registro de la manga superlativo (68,93 m) y suficiente para superar a la de Torredembarra en la tercera posición de la prueba. Por su parte, Castells hizo un nulo en su segundo lanzamiento. Así pues, al final de la segunda ronda se llegaba con la tarraconense fuera de las medallas de manera provisional.
Lamentablemente para la torrense, los otros cuatro lanzamientos restantes fueron totalmente intrascendentes en los puestos de cabeza. La final se había decidido en las dos primeras rondas. Pese a la gran marca conseguida por Castells, el bronce se escapaba por poco más de un metro. La crueldad del lanzamiento de martillo, un deporte que hace de cada metro un mundo. Tavernier no dio opciones y Kaya y Sainte completaron el podio. La otra española, Laura Redondo, finalizó en quinta posición.
