«Dar valor al impacto transformador que tienen los festivales de las Terres de l’Ebre como experiencias culturales». Con estas palabras, la directora de Col·lectiu Cultura, Xènia Gaya, describe la razón de ser del sello Festivals Terres de l’Ebre que se dio a conocer a principios de mayo.
En total, la iniciativa aglutina quince certámenes de las comarcas del Baix Ebre, Montsià, Ribera d’Ebre y Terra Alta con el propósito de abanderar un cambio en la visión del sector.
«Desde el tejido empresarial e institucional todavía se nos cuelga la etiqueta de ‘ocio’, es decir, no se nos percibe como profesionales que hemos estudiado para ser gestores culturales, sino que piensan que vivimos de las subvenciones», afirma Xènia Gaya.
Por ello, rompe una lanza a favor de «cuantificar el impacto que tienen cada uno de los festivales en el territorio -en 2022 hubo 27 certámenes- en aspectos como la movilidad y las oportunidades de trabajo que generan, porque las cifras son impactantes».
Así, con la mirada puesta en la transformación de la visión empresarial de los festivales para, a su vez, generar alianzas estratégicas de crecimiento, la directora de Col·lectiu Cultura recuerda que «la misión que tenemos, a través de la marca Festivals de les Terres de l’Ebre, es dar valor a la profesionalización porque los festivales son mucho más que una manera de consumir cultura».
Dinamizar el territorio
En este contexto, Xènia Gaya asegura que «desde que el sector turístico ya se nos percibe como una herramienta para atraer un turismo cultural de valor», o en otras palabras, «recientemente la cultura contemporánea -festivales o talleres- comienzan a visibilizarse como un sector que atrae un público diferente e internacional. Un movimiento que se debe cuantificar y analizar en valores de impacto en el territorio».
Xènia Gaya: «Los y las profesionales que dirigen los festivales son gestores culturales, que no solo se centran en los certámenes, sino que van más allá»
Sobre este último aspecto, la gestora cultural avanza que «de cara al 2024 tenemos previsto proponer a empresas locales -que actualmente tienen campañas de promoción generalistas y no impactan en el territorio en cuanto a responsabilidad social corporativa- acciones de impacto local, dirigidas a nuevos públicos».
De modo que, a través de diferentes iniciativas sostenibles, el objetivo es «promover que una marca contrate autobuses para que público de diferentes comarcas se pueda desplazar a otras para consumir cultura; y, por un lado, garantizar el acceso a la cultura, y, por otro lado, disminuir el impacto medioambiental a través de la movilidad colectiva».
Por todo ello, Xènia Gaya subraya que «los y las profesionales que dirigen los festivales son gestores culturales, que no solo se centran en los certámenes, sino que van más allá; es decir, el modelo no es solo una acción de un fin de semana, sino que tiene un trasfondo con mucho impacto a lo largo del año».