Inundan teatros y disfrutan de la admiración de la crítica y el público. Antònia Font saborean el momento más dulce de su carrera con dos conciertos consecutivos este fin de semana, en el Teatre Fortuny de Reus. Completan por todo lo alto un brillante décimo aniversario del Festival Accents.
Una gira por teatros ofrece un contexto de proximidad con el público único.
No tiene nada que ver con el directo en festivales o espacios más amplios, las sensaciones son distintas, existe un clima más tranquilo y la calidad del sonido también resulta mejor durante la actuación. Se provoca una conexión más directa con el público y, sinceramente, lo estamos disfrutando mucho.
En estos espectáculos más íntimos se ven mejor las caras de la gente. Quizás las emociones también están más a flor de piel.
Más que nada por esa proximidad que se produce. A mí personalmente me gusta mucho esto de ver las caras de la gente, sus expresiones durante el concierto, cómo se emocionan y todo lo que nos transmiten. Es esa conexión tan bonita que te decía antes y que, por suerte, se da muy a menudo. Podríamos definirlo como una relación más directa.
En todo caso, Antònia Font se ha convertido en una banda que ha conquistado a un público amplio y ha sido capaz de llenar estadios. ¿Cómo gestionan esa especie de popularidad que ha alcanzado el grupo?
No eres nunca consciente de ello hasta que no te encuentras en esta situación. Después de estar unos años parados, teníamos algunas dudas sobre cómo iban a reaccionar con respecto a nuestra música, las nuevas generaciones. Es verdad que ya contábamos con un público de la anterior etapa, pero había interrogantes con las generaciones actuales que se han resuelto de forma muy sorprendente. La respuesta ha sido espectacular y nosotros nos sentimos felices.
No parece que el ruido les descentre.
Sinceramente, vivimos aislados de este ruido que nos rodea a veces. De hecho, sentimos gratitud porque el público viene a nuestros conciertos y canta nuestras canciones, pero más allá de esto, somos personas con una vida muy normal. Intentamos hacer las cosas bien, porque nos gusta nuestra profesión. Y para nosotros es lo mismo tocar para 1000 personas que para 15.000. Queremos ofrecer un buen concierto.
Otra barrera que ha derribado Antònia Font se relaciona con el idioma. Se puede hacer buena cultura en catalán o mallorquín más allá de los pueblos de esa misma habla.
Esa barrera ya la habíamos roto antes de este regreso, en la primera etapa. A nivel personal creo que puedes cantar en la lengua que quieras siempre y cuando te lo creas. En el grupo lo hemos enfocado desde esta perspectiva siempre. Parece que hay cierto miedo, pero es un miedo que muchas veces viene desde dentro, ya que la gente que va a tus conciertos te suele transmitir seguridad. Nos ha pasado en otras ciudades del estado. Se puede hacer buena cultura en mallorquín, catalán o cualquier otro idioma.
A Antònia Font se le colgó la etiqueta de grupo festivo, aunque sus letras son profundas, incluso poéticas. ¿La creatividad tiene cabida en un mundo lleno de mensajes intrascendentes?
Es cierto que tuvimos una primera etapa muy festiva, nos recorrimos casi todas las verbenas de los pueblos de Mallorca y parte de Catalunya. Poco después evolucionamos hacia un estilo más pop y siempre hemos tenido presente que las letras deben decir cosas bien dichas. Las cuidamos mucho. Es una parte de nuestro trabajo a la que le dedicamos tiempo, porque la consideramos imprescindible.
¿Considera importantes los mensajes de compromiso hacia lo que ocurre en la sociedad? Antònia Font nunca hemos sido una banda de protesta, aunque cuando hablas sobre cosas que pasan, explicas una realidad social indiscutible. En nuestras canciones no lo hacemos, quizás, de forma directa pero tarde o temprano surge el momento social que vive Mallorca con respecto a la masificación turística y cultural.
Desde dentro, ¿qué significa Antònia Font para la isla?
Para nosotros se nos hace muy difícil definirlo. Me quedo con que la gente se identifica con nuestras canciones. Por lo menos nos hacen llegar ese sentimiento.
Van a llenar el Fortuny dos días seguidos. Palabras mayores.
La respuesta del público en esta gira nos deja muy reconfortados. Es especial. Venimos de tocar tres días seguidos en el Auditorium de Palma de Mallorca con sould out y nos han comentado que esto nunca había sucedido. Las emociones que hemos acumulado hasta ahora nos hacen sentir orgullosos y espero que Reus disfrute con nuestra música.