Una cita ineludible en el panorama del cortometraje. Desde este viernes y hasta el 22 de octubre se celebrará la octava edición del Festival Internacional de Curtmetratges de Vila-seca, FICVI. Así, la apertura del certamen, conducida por Txe Arana, será este viernes a las 19 horas en el Celler de Vila-seca con la entrega del Premio de Honor a la trayectoria profesional, que recibirá el actor vasco Ramón Barea, quien es el protagonista de la película Negociador, que se proyectará a continuación y terminará con un coloquio.
Los próximos días, el público podrá disfrutar de una selección de 45 cortometrajes –36 de ficción y 9 de animación– que se proyectarán en el Castell de Vil-seca. Tras recibir un alud de 1.140 cortometrajes de ámbito nacional e internacional, el director del FICVI, Josep Varo, reconoce que «cada año es más difícil hacer la selección porque todas las producciones candidatas son de mucha calidad y muy potentes».
En esta misma línea, él mismo apunta que «esta edición es la que mayor número de candidaturas de filmes en catalán hemos recibido y seleccionado». Josep Varo también destaca la calidad del festival avalada por ser colaborador en la preselección de los cortometrajes de los Premios Goya. Ni más ni menos, este año cuenta en su shortlist con 19 cortometrajes seleccionados por el FICVI.
Así, por la gran pantalla del Celler de Vila-seca pasarán rostros conocidos del mundo de la interpretación como Luisa Gavasa, Mireia Oriol, Emma Vilarassau, Marc Clotet, Natàlia Sànchez, Vicky Luengo, Miguel Ángel Muñoz, Luis Tosar, Àlex Monner, Ariadna Gil, Manuela Velasco, Ramón Barea y Raúl Fernández de Pablo, entre otros.
En cuanto a las temáticas, el director del FICVI señala que los directores y directoras se decantan por cuestiones sociales. «A diferencia del cine comercial, el cortometraje tiene una faceta reivindicativa, es decir, los cineastas –que en su mayoría asumen el coste de producción– explican historias o bien que han vivido en primera persona o bien que son cercanas a una persona conocida. De esta manera logran la empatía del público, ya sea con la historia o con él o la protagonista», afirma Josep Varo, quien añade que «detrás del éxito del FICVI está que «la selección de cortometrajes la hacemos pensando en el público, para que quede impactado y después reflexione sobre lo que ha visto en la pantalla».
Por otro lado, aunque esta no es la edición en la que se han presentado y seleccionado más producciones dirigidas por mujeres, el director del certamen reconoce que «cada vez hay más presencia de mujeres en los rodajes, ya sea como directoras o porque forman parte del equipo técnico y departamentos como por ejemplo fotografía, guion o producción, indispensables para llevar a cabo un proyecto cinematográfico».
Siguiendo con la programación, este fin de semana se celebrará el concurso IN SITU, que convertirá Vila-seca en un plató. El reto que tienen los participantes es el de grabar, durante un fin de semana, un cortometraje de no más de 3 minutos de duración, utilizando localizaciones de Vila-seca y elementos sorpresa entregados por la dirección del certamen. Los filmes se podrán ver el 19 de octubre.
En esta edición, una de las novedades es un taller de interpretación frente a la cámara (los días 21 y 22 de octubre), y que toma el relevo al taller de doblaje de ediciones pasadas. En cuanto a este cambio, Josep Varo dice que «tras años haciendo el taller de doblaje, decidimos probar con este de interpretación ante la cámara a modo experimental, y afortunadamente ya tenemos todas las plazas ocupadas». Concretamente, estará impartido por la actriz y directora Raquel Guerrero, quien actualmente protagoniza el serial Machos alfa.
Por todo ello, Josep Varo se enorgullece del buen estado de salud del Festival Internacional de Curtmetratges de Vila-seca. «Empezamos con una cuarentena de personas en la sala, y ahora ya reunimos a 300 espectadores en las proyecciones en el Celler de Vila-seca. Un crecimiento que debemos a los directores y directoras que pasan por el FICVI y que confían en el trabajo que hacemos», concluye Josep Varo.