Marc, el hermano de Pau Donés, se ha convertido en uno de los ideólogos del tributo que Jarabe de Palo rinde por toda España al exlíder de la banda, fallecido por una enfermedad en 2020. Emoción y disfrute forman parte del espectáculo que se podrá degustar este viernes, 16 de febrero, en la sala RedStar de Valls.
¿Cómo es la vida sin la presencia de Pau?
Lógicamente diferente, pero no queda otra que mirar hacia adelante. Hay días para todo, pero lo más importante es el legado que nos ha dejado.
¿Le sorprendió que afrontara la enfermedad desde el optimismo?
No, en casa somos muy así, nos han educado con esta perspectiva de la vida. Yo estoy muy orgulloso de cómo lo vivió y del activismo que hizo y que también intentamos plasmar en el espectáculo que hemos diseñado.
Hablaba usted de legado, para muchos la importancia de Pau Donés va mucho más allá de la música.
Estoy de acuerdo. A nivel humano enriqueció a mucha gente, por lo menos, es lo que nos traslada el público en los conciertos. Creo que afrontar la vida desde un punto de vista optimista siempre fue su actitud, a pesar de que hubo momentos difíciles. Hubo muchas personas que se identificaron con él y estamos muy felices por ello. Pau, por encima de todo, es un buen tío.
¿Cuándo surge la idea de crear este tributo con Jarabe de Palo?
Desde hace tres años que sentíamos cómo el público lo pedía, pero no queríamos dar la sensación de que el espectáculo era un simple concierto para cobrar dinero, todo lo contrario. Queríamos hacer un show para el público y en el que Pau estuviera siempre presente. Creo que lo hemos conseguido, así lo hemos percibido en los primeros conciertos de la gira. Nos pusimos a trabajar hace un año, porque queríamos hacerlo con calma y bien. Estoy convencido de que Pau siente felicidad por el show que hemos preparado.
Los sentimientos, durante el concierto, van a flor de piel, ¿verdad?
Lo de emocionar a la gente era un condimento indispensable en nuestro proyecto. Siempre desde un punto positivo, no queríamos que la actuación tuviera tintes dramáticos, porque nunca nos lo hemos tomado así.
¿Se puede hacer algún spoiler de lo que se podrá ver en Valls?
Es mucho más que un concierto. En el espectáculo, Pau está de forma permanente. Lo pensamos para los y las fans, para que se identifiquen totalmente con él. Hay varios vídeos muy emotivos y la colaboración de amigos como Andreu Buenafuente, Carlos Tarque, Jordi Évole, La Mari de Chambao o Pau Gasol, entre otros.
¿Qué salud tiene la banda, Jarabe de Palo, actualmente?
Está como un tiro, la verdad es que es una pasada verles tocar, llevan muchos años juntos y eso se nota para bien en el directo. Tienen tablas, mucho rodaje y son muy buenos músicos a nivel individual y grupal.
En el concierto aparecen tres cantantes distintos.
Queríamos que la voz del tributo contara con los registros que más identificaron a Pau. De este modo, Ernest Armengol aporta la parte más rockera, Arturo Moreno, el mestizaje y María Pascual, que viene del jazz, la vertiente más sensible e intimista. Con estos tres cantantes hacemos que la actuación resulte completa y demuestra que la hemos cuidado al detalle, con la música como elemento fundamental, pero con otros argumentos que la hacen especial.
¿Y qué papel ha jugado usted en todo esto?
No me gusta mucho hablar de mí, porque este es un trabajo de equipo. Al principio me encargué de hacer un guion, porque lo hemos concebido como una obra de teatro, teníamos claro que necesitábamos saber cómo empieza y cómo acaba todo. Luego hay una parte de la producción que también he realizado junto a Micky Forteza, que ejerce de co-productor de Jarabe de Palo.
¿Qué les ha transmitido el público en los primeros shows?
Diría que, por encima de todo, emoción. Mucha gratitud. En redes sociales hemos subido algunos vídeos de testimonios que cuentan su experiencia y la verdad es que nos sentimos muy satisfechos por el trabajo que hemos realizado.