Los fantasmas existen, seres etéreos que acechan en la penumbra. Criaturas de la noche en forma de pesadillas y obsesiones. Ofuscación. Vernon Lee jugaba con ellos y los transformaba en historias siniestras. Una selección de estos relatos conforman el volumen Espectros (Duomo), de la colección Dark Tales, serie gótica de la British Library.
Vernon Lee no es otra que la escritora británica Violet Paget (1856-1935) para quien, como afirma el prologuista Mike Ashley –crítico y editor de ciencia ficción, misterio y fantasía británico– en Espectros, «a todos nos persigue algo: el pasado, nuestros recuerdos, nuestros deseos, nuestras esperanzas y nuestros miedos. Todo podría estar en nuestra mente o en nuestra imaginación».
Título: Espectros
Autora: Vernon Lee
Editorial: Duomo
Colección: Dark Tales
(En la misma colección y de la misma autora, la recopilación Presencias)
Traducción: Begoña Prat Rojo
Páginas: 192
Eso es justamente lo que le ocurre al joven Winthrop, quien se obsesiona con una partitura y el retrato de un intérprete hasta el punto de llegar a la enajenación. O no. En La aventura de Winthrop, Lee utiliza los elementos clásicos del terror. Una mansión aristocrática abandonada, en majestuosa decadencia que invita a imaginar su esplendoroso pasado; una época tenebrosa; una maldición; la sombra de un asesinato y una historia de amor trágica. Serán los testigos del relato –los personajes de ficción y los lectores– quienes tendrán que discernir la veracidad de lo que se explica. En la misma línea se desarrolla La leyenda de Madame Krasinska, una miscelánea de género de terror y crítica social. Combinación de los espectros que retornan del inframundo con una asimilación de la clase social antagónica; un reconocimiento del otro y una final identificación.
Los relatos zozobran en los precipicios del yo, en los abismos entre el delirio y la cordura
Los cuatro cuentos que componen Espectros zozobran en los precipicios del yo, en los abismos entre el delirio y la cordura. Un crucifijo siniestro que convierte sus milagros en diabólicos y un juego aparentemente inocente que revela espíritus abrumadores, completan el volumen. En la misma colección y también de Lee, está publicada Presencias, que recoge más historias cuya obsesión por el pasado contiene una angustia sin fin.
Feminista convencida, Vernon Lee fue precoz en literatura. La mayor parte de su obra la forman ensayos y monografías sobre arte e historia, así como biografías. Como concluye Ashley, «su obra sobrenatural se niega a caer en el olvido. Del mismo modo que sus personajes están obsesionados e incluso poseídos por el pasado, sus relatos siguen poseyendo al lector».
