La víctima 643 de Oradour en el homenaje de Fenosa

Hace unos días se ha puesto nombre a otra de las mujeres asesinadas por los nazis en el pueblo francés 

29 junio 2021 16:39 | Actualizado a 29 junio 2021 17:07
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El escultor Apel·les Fenosa esculpió en una de sus obras la barbarie que los nazis perpetraron en la localidad francesa de Oradour-sur-Glane aquel 10 de junio de 1944.

Esa obra es una desgarradora muestra que debe servir de recuerdo. Aquel día los nazis mataron a 643 personas. Como ya activaron en el frente ruso, una de sus formas era masacrar a toda la población de las localidades a las que entraban.

Hace unos días se puso nombre gracias a la investigación del profesor de inglés de Sabadell, David Ferrer Revull, a una de las víctimas de esa matanza, desaparecida hace siete décadas. Es  Ramona Domínguez Gil, una exiliada republicana que ha sido reconocida como la asesinada 643 en Oradour-sur-Glane.

El reconocimiento de esa víctima vuelve poner en valor esa obra de Fenosa de la que se guarda un yeso en la Fundació de El Vendrell. El escultor esculpió el cuerpo de una mujer embarazada, entre llamas, y con los brazos en alto.

En Oradour fueron asesinados 19 españoles, entre ellos 11 niños. Sus nombres están en un pueblo que quedó en ruinas. Los hombres fueron fusilados y las mujeres y niños encerrados en la iglesia a la que los nazis prendieron fuego. El general Charles de Gaulle ordenó no reconstruir  el pueblo para recordar la barbarie y que no se volviese a producir.

Obra

El reconocimiento de Ramona Domínguez Gil, queda también representado en la obra de Fenosa. La mujer, aragonesa asentada en Catalunya, huyó del franquismo y se refugió en Oradour.

 

Los alemanes desataron el odio días después del desembarco de Normandía que apuntillaba su derrota. Y Oradour estaba en su camino.

Tras el armisticio las denominadas Fuerzas francesas del interior encargaron a Fenosa una obra que rindiese homenaje a las víctimas y dejase recuerdo de la masacre. El escultor aceptó la obra, pero sin embargo esa escultura sufrió un largo proceso hasta que rindió su reconocimiento.

El obispo se opuso

Inicialmente en yeso y en 1944 quedó en una galería de París a la espera de una ubicación. Fenosa pensó en colocarla en una columna en Oradour, pero el obispo de la zona se opuso. «No representa a las víctimas», llegó a escribir.

El partido comunista pagó para hacer la pieza en bronce y que fuese al museo de Limoges. El  director del Museo de Arte Moderno de París, Jean Casssou, ofreció acoger la escultura. Para ello Fenosa tenía que donar la obra y cambiar el nombre, que quedó como Monumento a los mártires, eliminando toda referencia a Oradour-sur-Glane. 

Tras la jubilación de Casssou al frente del museo, la pieza pasó al almacén. Muy oculta. Silenciando la barbarie.

La esposa de Fenosa, Nicole, logró sacar la pieza del almacén  y que se colocase en una rotonda de Limoge, un emplazamiento que tampoco ofrecía la dignidad que merecía el homenaje . No fue hasta 1999 que la escultura recaló en Oradour-sur-Glane sobre una columna de siete metros.

El historiador David Ferrer, miembro de Amical Mauthausen y colaborador de Centro por la memoria de Oradour-sur-Glane, considera que la mujer que plasmó Fenosa como símbolo de todas las víctimas, es Carme Joanós, de  Vilalba dels Arcs. Residía en el pueblo cuando entraron los nazis y estaba embarazada.

La Fundació Fenosa ofreció una réplica de la obra a Hiroshima y otra a Gernika. La localidad japonesa desestimó el ofrecimiento. En cambio la obra fue colocada en un acto solemne en el municipio vizcaíno junto a  esculturas de Henry Moore y de Chillida y el árbol que representa las libertades. 

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