El tenor Josep Carreras (Barcelona, 1946) juega hoy en casa: actúa en el auditorio de Vila-seca que lleva su nombre y en beneficio de su fundación contra la leucemia, enfermedad que él mismo padeció. Esta gala benéfica, que se celebra anualmente, cumple, además, veinte años. Carreras, galardonado con la Medalla de Oro de la Generalitat en 1984 y con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1991, estará acompañado sobre el escenario por la mezzosoprano Maria Soler y el pianista Lorenzo Bavaj. Interpretarán un repertorio compuesto por obras de Astor Piazzolla, Carlos Gardel, Edvard Grieg, Nicola Valente y George Bizet, entre otros. El concierto empezará a las 20.00 horas.
Ha anunciado recientemente que se retira. ¿Está seguro?
No. Todavía me emociona subir al escenario.
Hará conciertos por todo el mundo para despedirse. ¿Ya tiene diseñada la gira?
Piano, piano...pero con ideas claras. Sigo disfrutando de mi profesión.
Una de las actuaciones más especiales será la de hoy en Vila-seca.
Sin duda, todos los conciertos a favor de la lucha contra la leucemia y en beneficio de nuestra fundación son siempre más emotivos.
El auditorio en el que va a cantar lleva su nombre. ¿Impresiona eso?
Resulta, si cabe, más entrañable.
¿Qué siente al actuar en Vila-seca?
Para mí, cantar en Catalunya siempre es especial. Y en este caso es doblemente emotivo. Además de cantar en un auditorio que lleva mi nombre, en Vila-seca tengo grandes amigos.
La gala contra la leucemia cumple veinte años. ¿Eso hará la cita más especial aún?
Poder conjugar la lucha contra la leucemia con mi profesión es siempre especial. ¡Un orgullo!
¿Qué objetivos ha alcanzado esta gala y que se ha podido hacer gracias a ella en este tiempo?
Desde sus inicios, se han recaudado más de 200.000 euros, destinados a los diferentes proyectos que la Fundación Josep Carreras lleva a cabo en beneficio de los pacientes de leucemia y de su investigación científica.
¿Qué valores quiere transmitir su fundación con este evento año tras año?
El gesto solidario del auditorio de Vila-seca y todo su público tiene un valor incalculable. Es gracias a colaboraciones como esta que seguimos investigando para que la leucemia sea, algún día, 100% curable.