Los alumnos de primaria de la Escola Elisabeth de Salou disfrutaron el jueves de una interesante charla a cargo de la artista Montse Massó. Aprendieron las técnicas de la pintora, además de conocer sus inquietudes.
Cada año, los estudiantes preparan una exposición en la escuela, abierta al público, dedicada a un artista. «De los 33 años que llevo en la escuela, recuerdo que se han hecho exposiciones todos los años», afirmaba Enric Masià, director de la escuela.
Este año han elegido homenajear a la pintora y exprofesora del colegio, Montse Massó.
La exposición se llevará a cabo el 7 de junio a partir de las 17.00 horas en el pasillo principal de la escuela. Todos los niños y niñas la están preparando de una manera u otra. «La idea es recrear un mercado, ya que es lo que pinta Montse en sus obras, con alimentos y ropa. Todo estará hecho con papel, las verduras, las frutas, la ropa...», explicaba Evelin Valbuena, profesora de plástica.
Además, el colegio tendrá el honor de exponer obras de la propia Massó. «Montse se merece que este año le dediquemos la exposición. Sus cuadros son increíbles”, sostenía Valbuena.
Desde que es pequeña, a Montse Massó le ha gustado dibujar. Comenzó hablando sobre cómo el arte siempre había sido su pasión. Se notaba la emoción en su voz, y los estudiantes la escuchaban con atención.
«Trabajo con la técnica de pintura al óleo, es la que más me gusta», explicaba a los estudiantes. Además, contaba que siempre ha estado interesada por la figura humana, es decir, le gusta plasmar en sus cuadros a la gente de la calle y, por eso, se ha decantado en pintar mercados. «Busco dar mi interpretación a los mercados por donde he paseado, como por ejemplo Varsovia, Oporto, Berga, Reus... Mi preferido es el de Varsovia», aseguraba.
Las diferentes emociones fluían en la sala mientras la pintora contaba las historias que había detrás de cada pincelada en sus obras.
Durante la charla, Massó no paraba de destacar que los mercados desprenden color por sí solos: las frutas, la carne, el pescado, el color de las verduras, etc. Así podía verse en las muestras de su trabajo que llevó al colegio.
Los estudiantes estuvieron muy interesados y muchos de ellos, al acabar la charla, hicieron preguntas sobre la técnica que utilizaba pero, sobre todo, sobre la inspiración detrás de cada una de sus piezas. «¿Cuál es tu cuadro preferido?, ¿le pides a la gente del mercado que se quede quieta?, ¿cuánto tardas en acabar un cuadro?», preguntaban.
Mientras la pintora contestaba con cierta estima, su creatividad y su amor por el arte se manifestaban en cada palabra y gesto.
La exprofesora conectó de una manera muy especial con los alumnos y alumnas, y los animó a seguir sus propias pasiones, sin importar los obstáculos que puedan encontrar. «Es muy bonito, a parte de la faena, tener un hobby».
Después de la charla, la motivación de los niños y niñas por la exposición que realizarán en honor a ella, era aún más notable que al inicio.
Ver a los jóvenes tan atentos y comprometidos con el mundo del arte fue la prueba de que el mensaje de la pintora les había llegado con claridad. «Para nosotros, la creatividad es una de las cosas más importantes», explicaba Masià.