La Pineda abrirá el Centro Experiencial y de Interpretación de Cal·lípolis en verano de 2026. Un año después de conseguir 5 millones de fondos Next Generation para desarrollar este nuevo equipamiento cultural y turístico, el Ayuntamiento de Vila-seca ha encargado el proyecto para definir cómo será. El objetivo es generar un nuevo polo de atracción turística en La Pineda, que sirva para divulgar el patrimonio de la villa romana de Cal·lípolis y los espacios de la Red Natura 2000.
En un principio, la previsión era construir el centro experiencial junto al yacimiento de Cal·lípolis, dentro de los terrenos del Port de Tarragona. Sin embargo, al final se ha optado por levantar el nuevo equipamiento en el aparcamiento de tierra que hay junto a la playa, entre las calles Amadeu Vives y Victòria dels Àngels. El cambio de lugar, según el anteproyecto redactado por los servicios técnicos municipales, responde a la intención de integrar el nuevo edificio en la trama urbana.
Se trata de un emplazamiento próximo al yacimiento de Cal·lípolis y a medio camino entre los dos espacios naturales protegidos de la Séquia Major y Els Prats d’Albinyana, los elementos que vertebrarán este nuevo espacio museístico. Precisamente, en los próximos meses, Els Prats d’Albinyana también será objeto de una profunda restauración ambiental por parte del Port, en paralelo al desarrollo de la ZAL.
El centro experiencial ocupará una superficie de 2.000 metros cuadrados divididos entre dos plantas. De acuerdo con el plan de usos que plantea el consistorio, en la planta baja, se ubicará la zona expositiva y experiencial, además de una base logística para empresas de promoción turística, oficinas y salas técnicas y administrativas. En la planta superior, se reservará espacio para una cafetería/restaurante, una tienda, una sala polivalente con una terraza exterior con vistas al mar y áreas para actividades infantiles y almacenes.
Esta semana, el Ayuntamiento de Vila-seca ha sacado a concurso la redacción del proyecto constructivo, con un presupuesto de casi 900.000 euros. La inversión global se irá hasta los 8,2 millones, 5 de los cuales provienen de los fondos Next Generation concedidos al Ayuntamiento. Para costear los otros 3, el consistorio ya está buscando posibles vías de financiación externas con la colaboración de otras administraciones.
Dentro de este presupuesto se incluye no solo la elaboración del proyecto y la construcción del edificio, sino también el desarrollo museístico de su interior. En este sentido, y siguiendo la estela de lo que se ha hecho en los últimos años en el Celler de Vila-seca, la intención es aprovechar las nuevas tecnologías para generar un relato alrededor del yacimiento de Cal·lípolis y del espacio protegido de la Red Natura 2000. Un museo interactivo con el visitante que dé a conocer todo este patrimonio histórico y natural a través de una experiencia inmersiva.
Plazos ajustados
El consistorio trabaja a contrarreloj para cumplir con los calendarios que fija la convocatoria de los Planes de Recuperación con fondos europeos. La previsión es tener el proyecto constructivo en menos de un año para arrancar las obras en primavera de 2025. Para recibir los 5 millones que tiene asignados, la obra debe estar finalizada en la primera mitad de 2026.
En una fase posterior, todavía sin calendario, se invertirán otros 3,2 millones para la urbanización exterior de la parcela, donde se mantendrá la mitad de plazas actuales de aparcamiento.
