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El Arxiu Comarcal del Baix Penedès acostumbra a felicitar las Navidades con una postal que rescata imágenes históricas.
Este año con motivo del 40 aniversario de la muerte del artista Antoni Ollé (1897-1981) presenta una foto de Fototipia Thomas, de la primera década del XX que recuerda los inicios del turismo a finales del XIX. Esa tendencia a buscar espacios abiertos y los baños de sol y de mar en una zona con un mar muy rico en yodo, impulsó a la zona.
Poco a poco comenzaron a levantarse viviendas de veraneo en primera línea de mar en lo que era marismas. Había algunos almacenes vinculados a la actividad comercial del puerto de cabotaje que había en Sant Salvador.
Allí se cargaba vino y aguardiente que se enviaba a las Américas. Ese comercio impulsó la actividad vinícola del Penedès al ser un puerto con escasa vigilancia.
Entre aquellas primeras casas de veraneo (en la imagen a la izquierda) era de Teresa Sanromà Capell (Tarroja de Segarra, 1902 – Barcelona , 1986) y de su marido el artista de Barcelona Antoni Ollé Pinell. Junto a sus hijos veranearon en la zona muchos años
Esa calidad de la playa y el clima atrajo a más familias pudientes que levantaron casas en la zona que pasó a ser un referente para pasar los meses de verano.
Se configuró una comunidad de veraneantes que organizaban sus propias actividades festivas, culturales y deportivas. Aquellas fiestas atraian a vecinos de otras localidades.
La casa de Sanromà y de Ollé, había pertenecido a la familia de la mujer desde 1897. El abuelo de Teresa Sanromà, Joan Sanromà Lleó (Tarragona, 1849 – El Vendrell, 1901), procurador del juzgado de instrucción de El Vendrell la compró al industrial Luís G. Espoy Machado, de Vilanova i la Geltrú, que a su vez la había adquirido al comerciante Emili Comas Norta, también de Vilanova.
Hoy todas esas casas de primera línea en la playa de Sant Salvador muestran un pasado de baños de sol y juegos en la playa que cogieron el relevo al de unos años antes cuando la actividad comercial de la zona en el transporte marítimo del vino y de almacenes quedó en el olvido, aunque quedan algunos vestigios como el del ahora restaurante Casinet.