Salou intenta aportar su granito de arena en la lucha del cambio climático y lo hace en varios frentes. Uno de ellos es la reposición de árboles secos o muertos que están en la zona urbana y la otra es la protección del litoral (sobre todo en la zona de Cap Salou) con medidas medioambientales para evitar su deterioro.
En el tema del arbolado, el alcalde Pere Granados explica que en la ciudad hay unos 25.000 ejemplares plantados, una cifra que casi equivale a un árbol por vecino empadronado. Y cuando algunos de estos se rompen o fallecen por las razones que sean, el departamento municipal se encarga de replantarlo si es posible.
En este proceso se encuentra la calle Barcelona, una de las arterias más transitadas del casco urbano de Salou. Un total de ocho plataneros se han secado y han fallecido, dejando un tramo de la calle «huérfana» de sombra y de vida vegetal.
Así, en las últimas semanas, el consistorio ha adquirido y ha activado la replantación en la calle Barcelona. Los operarios de la brigada municipal han talado los ejemplares fallecidos y han quitado las raíces que generaban problemas en la acera.
Los nuevos plantaneros que se van reponiendo son más jóvenes. Antes de poderlos plantar, el trabajo de la brigada consiste en eliminar raíces y hacer un hueco que permita asentar el nuevo árbol. Granados añade que «velamos para que los árboles y la vegetación de Salou disfruten de un buen estado de salud». Según él, «debemos ser conscientes de que las especies botánicas, además de constituir un elemento ornamental y embellecedor de la ciudad, desempeñan una función medioambiental muy importante, dado que limpian el aire.
Y en esta acción medioambiental, el próximo sábado se plantará un nuevo árbol en la zona de Emprius, en la continuación del paseo 30 d’Octubre al otro lado de la C-31b. Será el ejemplar número 32 que recuerda los años que Salou se independizó como municipio de la vecina de Vila-seca
