El Vendrell disponía de dos acciones para la integración y ayuda a la juventud que, por un lado la pandemia, y por otro la falta subvenciones de la Generalitat, ha obligado a suprimir. Por lo menos temporalmente.
Hace años El Vendrell impulsó el Casal de Joves, un espacio abierto como punto de encuentro, de ocio y formación para los jóvenes. También de asesoramiento en temas de salud, sexualidad y otros de su interés.
Un grupo de usuarios del Casal recoge firmas para pedir su reapertura. Explican que el centro que permitía la unión de los jóvenes como encuentro, apoyo y aprendizaje. En pocos días llevan más de 500 adhesiones. Explican que en el Casal tenían actividades gratuitas sin tener que estar en la calle y que formaban una familia.
Más espacio
El éxito de un primer Casal en la calle Roquetes ya motivó a instalarse en la antigua escuela de música para ganar espacio.
Servicios En el edificio había salas de ordenadores para realizar trabajos escolares o navegar, mesa de ping pong, un aula con un profesor de refuerzo dos días a la semana para ayudar en los estudios y zona polivalente para talleres de defensa personal, disc-jockey y otros de interés para los jóvenes.
Los usuarios valoran la presencia de profesionales que atendían sus dudas en temas de los que no suelen hablar en casa. También que permitía a los jóvenes conocerse. Pero la situación sanitaria obligó al cierre. Sólo quedó la consulta de salud por vía telemática.
En enero
El concejal de Juventud, Rubén Gràcia, explica que el cierre está motivado por la pandemia, pero que en enero el Casal volverá a abrir. Con el mismo concepto de espacio al que cualquier joven tiene acceso libre.
Habrá una reestructuración de espacios debido a la situación sanitaria. Gràcia destaca la aceptación del Casal por parte de los jóvenes, por lo que la reactivación era un objetivo en el momento que se pudiese.
La recogida de firma también reclama recuperar la figura del educador de calle que interactuaba con los jóvenes que no acudían al Casal para atender sus necesidades e informales de los recursos de que disponían.
El educador de calle podía contratarse con una subvención en planes de ocupación de la Generalitat y la Diputació. Hubo cuatro, después se pasó a dos y en junio finalizaron los contratos. Los jóvenes estacan el servicio que realizaban y la proximidad que tenían.
Subvención
La recuperación del educador pasa por alguna subvención. El Ayuntamiento no puede contratar porque está sujeto hasta 2023 a un plan de ajuste financiero que le impide ampliar la plantilla.
El concejal de Juventud señala que en el momento que el Ayuntamiento tenga autonomía financiera podría estudiar su contratación. Añade que los educadores de calle volverán si hay subvenciones de las administraciones superiores.
