Amigos y familiares del joven motorista de Calafell fallecido en un accidente de moto en la carretera de La Cobertera el pasado martes, han reactivado la campaña para reclamar la retirada de los guarda raíles sostenidos por postes.
Esos quitamiedos son guillotinas para los motoristas que caen de la moto e impactan contra ellos. El joven motorista de Calafell cayó de la moto por causas que se desconocen y su cuerpo impactó con una de las barras de hierro que sostienen la bionda.
Todos los guarda raíles de la carretera en la que se produjo el accidente son de los que los motoristas denominan como asesinos. Es un modelo que ha provocado muertes y muchas mutilaciones. La campaña para la retirada de estos elementos lleva años y ha logrado más de 140.000 firmas.
Mira el enlace para pedir la retirada de esos guardarailes: https://www.change.org/p/stopguardarra%C3%ADles?recruiter=890756279&utm_source=share_petition&utm_medium=facebook&utm_campaign=psf_combo_share_initial..&utm_term=psf_combo_share_initial..
A pesar de que ya se han retirado muchos en carreteras de todo el estado cubriendo con espuma los postes o cambiarlos por planchas metálicas que retienen un cuerpo en caso de impactar contra la bionda, todavía quedan miles de kilómetros por acondicionar.
Unos cuantos son los de la carretera de la Cobertera en el que se produjo el accidente y que son de la Diputació. Motoristas de Calafell y amigos del joven que perdió la vida han iniciado una campaña para que se substituyan los actuales guarda raíles y piden al Ayuntamiento de Calafell que presione a las administraciones superiores para la obra. La carretera de la Cobertera la comparten Calafell y Bellvei, por lo que este último municipio debe sumarse a la reivindicación.
La muerte del motorista ha consternado a la localidad por su juventud y porque era muy conocido. En la mañana del jueves se ofició el funeral en la iglesia de Calafell. En el punto donde perdió la vida el motorista diversas ofrendas florales le recuerdan. Allí un grupo de amigos se concentró haciendo sonar el motor de sus máquinas en homenaje a la víctima.