Altafulla es uno de los municipios perjudicados, junto a Tarragona y Torredembarra, así que ya ha empezado a trabajar en la solución. El primer paso ya está hecho, elegir la ubicación de las paradas: la antigua N-340. Concretamente, en la calle Migdia (junto al Caprabo) pararán los buses dirección Tarragona y frente al Bufet, los de dirección Barcelona. Ambas aprovechan las marquesinas ya existentes en dichos puntos.
Según la alcaldía, los autocares llegarán y saldrán del pueblo con una frecuencia de 30 minutos. Cabe destacar que entre los municipios afectados, Altafulla ha sido el primero en acordar la localización de las paradas.
80 plazas de parking
La idea inicial de Renfe era ubicar el servicio de bus junto a la estación de tren. Sin embargo, al consistorio no le agradó esta ubicación y propuso la N-340 como alternativa –a 15 minutos a pie de la estación, aproximadamente–.
El coalcalde, Jordi Molinera, justifica que la parada en la estación supondría, por un lado, el desvío de la ruta de tráfico y, por otro, una molestia a los vecinos, pues por este recorrido los buses tendrían que circular junto a la biblioteca municipal y una guardería.
Además, la antigua carretera se plantea como un punto idóneo al disponer de un aparcamiento propio. Se trata del parking –ahora en desuso– del antiguo cine y dispondrá de 80 plazas para usuarios del servicio. Para rehabilitar el espacio, se requerirá de pequeñas labores –sencillas y de bajo coste– que asumirá el municipio. El coalcalde no considera necesaria la instalación de un servicio de vigilancia. La empresa ferroviaria recibió de buen agrado la propuesta local. Molinera asegura que el entendimiento fue «fácil y rápido».
Polémica de límites
Como pequeño apunte, la parada de los buses dirección Barcelona (la de enfrente del Bufet) se sitúa dentro del término municipal de Tarragona; esta corresponde a la estación ‘Aiguamolls del Gaià’, de la línea 12 de l’Empresa Municipal de Transports de Tarragona.
Es más, la estación de tren Altafulla - Tamarit está dentro, oficialmente, de los límites territoriales tarraconenses. Podría sorprender que siendo ‘responsabilidad’ de Tarragona, haya sido Altafulla la que ha gestionado el servicio de bus. El coalcalde garantiza que «Renfe se dirigió directamente a nosotros». «Si Tarragona no nos lo quiere ceder, que no nos lo ceda. Nosotros solo queremos ofrecer un buen servicio a la ciudadanía», añade con seguridad.
No obstante, el Ayuntamiento confía en que las disputas territoriales no supondrán ningún inconveniente para este asunto.