El escenario fue el mismo que en octubre, pero sin público. Las precauciones por la pandemia reducieron la presencia ayer a primera hora de la mañana del número de elegidos que pudieron seguir la libración de ejemplares de tortuga marina en la playa de La Pineda. Se trataba de ejemplares de Caretta caretta que desde hace un año crecían en cautividad en las instalaciones del CRAM (Centre de Recuperació d’Animals Marins).
El acto cerrado al público por circunstancias sanitarias asistieron representantes de la administración (Generalitat y Ajuntament) y entidades científicas involucradas en el proyecto.
Nadie convocó ni al Gepec ni a los voluntarios, el conjunto de personas que protegieron el nido durante semanas a la espera de su eclosión. El enfado de los ecologistas y voluntarios fue mayúsculo, ya que ellos se sentían partícipes también de esta segunda liberación que tampoco contó con la prensa.
Los estudios señalan que las 25 crías de ayer, con un peso de entre 800 gramos y dos kilos tienen casi un 58% de probabilidades de sobrevivir a sus depredadores y a continuar con la especie.
Fallecimientos y leucismo
Un total de 43 ejemplares formaban parte del programa de Head-Starting. Los primeros meses de vida son complicados y 17 crías murieron en los primeros días de vida. 8 todavía permanecen aún en el centro y 7 de ellas serán marcadas con un dispositivo de seguimiento satelital. La otra tiene una infección ocular. Serán liberadas en las próximas semanas.
Dentro de estas tortugas que nacieron en cautividad, dos padecían de leucismo, falta de pigmentación en su piel. Una de ellas nació completamente blanca y la otra con un grado del 50% (más clara que sus hermanas). La tortuga blanca falleció en las instalaciones, mientras que su hermana fue liberada ayer junto a sus 24 compañeras de aventuras.
Fuentes del CRAM señalan que «nos encontramos en plena temporada de anidación de la tortuga Caretta caretta. En lo que va de temporada 2021 un total de cinco nidos de tortuga marina han sido registrados en el litoral catalán, superando el récord histórico del verano pasado con 4 nidos: Calafell, Tarragona, Delta de l’Ebre (2) y Arenys de Mar».
Faltará por ver si Mascletà, la tortuga de La Pineda vuelve este año a su ‘hogar’.