Como parte de su labor solidaria, la Fundación PortAventura celebró ayer su 11ª cena benéfica. Decenas de empresas, entidades y donantes particulares se dieron cita en el Centro de Convenciones de PortAventura World por una buena causa.
Este evento se realiza desde el nacimiento de la Fundación. «Desde el principio decidimos que sería uno de los actos anuales más importantes. Tiene buena acogida, ya que aglutina empresas y entidades en un ambiente social y solidario», explicó al Diari Ramón Marsal, presidente de la Fundación PortAventura. Empezando en 2011, la cena solidaria se ha hecho cada año durante el mes de julio. Las únicas excepciones las provocó la pandemia: en 2020 no se celebró, y en 2021 fue aplazada a noviembre.
La cena solidaria es, por tanto, uno de los mayores eventos en el calendario de la fundación. Aprovechando las instalaciones de PortAventura World. Anualmente se llevan a cabo otros actos solidarios, como el torneo de golf o la carrera FunRun.
También tiene en marcha el proyecto Dreams Village, un espacio ideado para acoger a menores que padecen diferentes enfermedades y a sus familias. Este proyecto, que ya permite que estas familias pasen una estancia disfrutando de PortAventura World, será uno de los beneficiarios de la recaudación obtenida en la cena.
Las causas apoyadas han sido distintas cada año. La fundación publica una convocatoria en la que se presentan proyectos. Entonces, se realiza una selección entre las candidaturas. A lo largo de los años, la fundación ha recaudado fondos en la cena para iniciativas como Proyecto Hombre -tratamiento de adicciones- o la Fundació La Muntanyeta -parálisis cerebral-.
«Con tres fundaciones o proyectos al año, tras esta edición sumamos 33 iniciativas apoyadas, por lo que estamos muy satisfechos con lo que hemos conseguido a lo largo de estos años», afirmó Marsal.
Apoyo a la salud mental
En la edición de este 2022, los proyectos elegidos -además de Dreams Village- son la Fundació Pere Mata, de Reus, y la Fundació Onada. La primera realiza una labor de tratamiento y rehabilitación a personas con trastornos y discapacidades mentales y es ampliamente reconocida en el territorio. La segunda, por su parte, también apoya a las personas afectadas en el ámbito mental, y trabaja por su incorporación al mundo laboral.
Para apoyar estas causas, 1.000 personas -cifra máxima requerida por el Procicat- acudieron a la cena. La inscripción para participar estuvo abierta en la web de la fundación a cualquier empresa o particular interesado. La donación requerida para acudir fue de 60€ el cubierto. A través de la iniciativa ‘Cubierto 0’, todo el que quisiera tuvo la oportunidad de hacer un donativo sin acudir a la cena. Según Marsal, «había una lista de espera de más de un centenar de personas para la cena».
La cantidad no se había anunciado al cierre de esta edición, hacia la medianoche, aunque las expectativas eran buenas. Cabe recordar que el año pasado se recaudaron 112.000 euros.
Previamente, los asistentes habían llegado hacia las 20 horas. Antes de la cena, tuvo lugar un aperitivo de bienvenida en los jardines de la Sala Roma del Centro de Convenciones, en la que empezó la cena a las 21 horas. El presidente también remarcó la labor de la Fundación PortAventura y agradeció a los asistentes la solidaridad mostrada al participar en el acto.