Este sábado se cumplen siete años de los trágicos atentados de Barcelona y Cambrils, que causaron 16 muertos y más de 300 heridos de diferente consideración. En Barcelona, se ha celebrado un acto de homenaje a las víctimas, breve, sobrio y silencioso, mientras que en Cambrils las ofrendas florales se hacen a título particular, sin actos protocolarios. El Ayuntamiento ya acordó el año pasado que el próximo homenaje se celebrará cuando se cumplan diez años, en 2027.
En Barcelona, el acto de recuerdo se ha hecho en memorial del Pla de l’Os de la Rambla, tramo hasta donde llegó la furgoneta que atropelló mortalmente a varias personas circulando a gran velocidad por el medio de la Rambla.
Supervivientes y familiares se han congregado en este punto para recordar a sus seres queridos y depositar flores. También lo han hecho, en segundo término, representantes de las instituciones, como los consellers de Justicia y de Interior, Ramon Espadaler i Nuria Parlon; el presidente del Parlament, Josep Rull; y el alcalde Jaume Collboni, entre otros. Todos los asistentes han guardado un minuto de silencio.
Las flores depositadas en las tres jardineras de la Rambla han sido claveles blancos, símbolo de la pureza, y la melodía que ha sonado durante el acto oficial ha sido El cant dels ocells, interpretado en directo por el violonchelista Marçal Ayats. Entre las flores también era visible una figura infantil, que ha sido depositada por la madre de Julian Cadman, el niño australiano muerto en el atentado.
Al finalizar las primeras ofrendas florales, desde los márgenes de la Rambla y en silencio una quincena de personas han hecho visibles algunos carteles de protesta con mensajes como «Exigimos responsabilidades», «Estado asesino» o «Las alcantarillas del Estado matan».
Las víctimas piden más acciones
Al acabar el acto, Robert Manrique, víctima del atentado de Hipercor y asesor de la extinta Unidad de Atención y Valoración de Afectados por el Terrorismo (UAVAT), ha agradecido en una atención a los medios el acto de homenaje a las víctimas del 17-A, pero ha lamentado que el tratamiento asistencial el resto del año es «casi nulo».
Manrique ha denunciado las notificaciones «surrealistas» que el Ministerio del Interior ha hecho llegar a algunas de las víctimas negándolos el reconocimiento y ha lamentado que haya tenido que ser la justicia quién lo acredite. En este sentido, se ha referido a la sentencia de la Audiencia Nacional de mayo del 2021 y la del Supremo de noviembre del 2023 que acreditan que estas personas son «realmente víctimas». «Son años de desidia», se ha quejado señalando que creen que merecen «más respeto y sensibilidad».
Por otro lado, ha reivindicado más acciones por parte de las administraciones. Concretamente, la reapertura de una oficina de atención a víctimas del terrorismo –cerrada en 2010–, un protocolo de asistencia postatentado y una legislación autonómica propia de atención a víctimas del terrorismo. Además, también piden crear un Centro de Memoria Histórica sobre Terrorismo.
Manrique también ha remarcado que Catalunya es la segunda comunidad del Estado con un mayor número de atentados. Las diferentes demandas se han recogido en un comunicado que las víctimas han librado a los políticos.