El olor a pintura y el ruido de una radial dan la bienvenida a la nave que estos días se convierte en los cuarteles generales del Cós Blanc de Salou. A escaso kilómetro y medio de donde en unas pocas horas se bañarán bajo toneladas de confeti, las collas trabajan contra reloj, entre cables, focos, maderas y altavoces, para dejar a punto sus carrozas para el día grande de la Festa Major d’Hivern. Una celebración que este año han preparado con más ilusión que nunca, después de dos años sin poder salir por culpa de la pandemia.
Tal y como manda la tradición, la Colla Gastronómica abrirá el desfile. Banderas de Francia y un gran molino rojo visten su carroza, cargada de pistas de lo que ofrecerá la que es siempre una de las collas más gamberras. «Había muchas ganas de volver al ajo. El año pasado estuvimos a punto, pero a última hora se canceló y la gente llega este año con los motores calentados», cuenta uno de sus miembros, Edwin.
La Gastronómica es la única colla que está conformada únicamente por hombres, algunos de los cuales fueron miembros fundadores de la comisión de fiestas que dio origen al Cós Blanc, allá por 1981. «Llevamos 25 años sacando a la mujer que tenemos dentro un día al año. A parte de divertirnos nosotros, el público se divierte mucho con nosotros», afirma Edwin, que promete una coreografía «espectacular».
Otra de las agrupaciones míticas del Cós Blanc es la Colla Bandarra, que podrá por fin celebrar su 20 aniversario dos años después de lo previsto. «Este año somos casi el doble de los que solíamos ser –un centenar de personas–. La gente lo ha cogido con más ganas que nunca. Va a ser un Cós Blanc espectacular», pronostica Lidia Lozano, presidenta de la colla. Para el aniversario han preparado una fiesta disco y están transformando su carroza en una gran discoteca.
Andrés, del Grup d’Amics de la Festa, acaba de barrer toda la carroza y está pegando unos aros en uno de los laterales de la macabra carpa de circo en la que se montarán. «Estamos con los últimos retoques. Hoy lo tenemos que acabar sí o sí», dice. Lo mismo lo ves con la escoba, que con el pincel, la sierra o trajinando en el motor de la carroza. «Al final aprendes de todo. Hemos hecho de soldadores, carpinteros, pintores, escultores... Lo más importante es que lo hacemos todo en equipo», señala.
En la carroza de la Escola Europa están Sandra, Didi y María, cúter en mano, recortando y pegando emojis de colores sin parar. «Somos tres madres artistas –se describen–. El montaje lo hacemos con el dinero justo, pero con mucha ilusión y muchas ganas», aseguran.
Y es que la fiesta tiene también un importante componente artístico. Justo al lado de ellas, encaramada a una escalera, Alejandra está enfrascada en el gran mural que cierra la carroza de la Escola Salou, un gran castillo de cuento. «El proceso es lo más lindo, hasta llegar al desenlace en el desfile y que la gente pueda verlo», dice mientras se quita los auriculares y suelta el pincel pringado de tonos azules. Ella es otra de esas madres que colaboran con las collas escolares para dar vida a las ‘carretel·les’ que llevarán a sus hijos en un día que «viven de manera muy especial y emocionante». «Llevamos bastantes semanas trabajando, a ratos, cuando los niños y el trabajo nos dejan, pero la recompensa lo merece», expresa.
La última edición que se celebró el Cós Blanc, en 2020, fue la número 40. Pocas collas se han mantenido desde el principio, pero una de las primeras que salió fue la de la Escola Elisabeth, que este año conmemorará su 40 aniversario. Un grupo de padres están acabando de dar forma a su carroza, inspirada en el mundo fantástico de Alicia en el País de las Maravillas. Uno de ellos, Marc Aureli, reconoce que «estamos desde el mes de noviembre trabajando, pero al final nos tocará hacer jornada intensiva el último día, de 12 a 12, para poder acabarla». «Los niños están muy emocionados, desde que se desvela el disfraz, cuando se lo vamos a probar... Lo viven con muchos nervios y sobre todo los que van por primera vez. Para ellos es una aventura», señala.
Una aventura que ya está casi lista para comenzar. Un total de 27 grupos participarán mañana en el Cós Blanc, que volverá a reunir a decenas de miles de personas en la fiesta por antonomasia de Salou. La mayoría de ellas contarán con más miembros que nunca. El parón de los últimos años ha multiplicado las ganas y se prevé una participación récord.
Dispositivo de tráfico y zonas de aparcamiento
La Policía Local de Salou ha preparado un dispositivo especial de tráfico para mañana con motivo de la celebración del Cós Blanc. Por la mañana, tendrá lugar la rúa de lucimiento, por lo que se cerrarán al tráfico las calles Advocat Gallego, Carrilet, Barcelona y el paseo Jaume I mientras dure el desfile. Por la tarde, el dispositivo se pondrá en marcha a partir de las 6, hasta cerca de medianoche. Se cortarán las calles Ciutat de Reus y Barcelona, en el tramo entre Juan Manuel Muñoz y Via Roma, epicentro de la celebración, así como todas las vías perpendiculares. Para facilitar el aparcamiento, se habilitarán señalizaciones especiales hacia los parkings controlados que se encuentran en la calle Berlín, el paseo Jaume I, la avenida Joan Fuster y el Vial de Cavet –junto a la Escola Elisabeth–, todos ellos gratuitos y con capacidad para más de 1.500 coches.
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