Empiezan las obras del Institut de Roda de Berà tras 12 años de reivindicaciones y barracones

La construcción de las instalaciones del centro, que finalizará a principios de 2024, permitirá a los estudiantes abandonar los módulos prefabricados que se emplean desde 2010

07 septiembre 2022 19:59 | Actualizado a 08 septiembre 2022 07:00
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El Institut de Roda de Berà empieza a construirse. Tras más de una década de lucha por parte del consistorio y los vecinos del municipio, el nuevo centro educativo está más cerca de ser, al fin, una realidad. Los estudiantes de secundaria del municipio llevan desde el año 2010 estudiando en barracones prefabricados, a la espera de unas instalaciones definitivas. Dicha espera está cerca de acabar. Las obras, que se pusieron en marcha en julio, se prolongarán hasta el año 2024.

El centro de secundaria abrió sus puertas en el curso 2010-11. Para ello se instalaron los módulos prefabricados, planteados como una solución provisional y situados junto a la Escola Salvador Espriu. La ubicación inicial se fijó en la zona del Francaset, no obstante, en 2015, las familias del municipio votaron para que se construyera en una localización próxima a las escuelas y a los servicios médicos.

Entonces, la Generalitat de Catalunya, que aprobó el cambio de terrenos, anunció que la construcción tendría lugar entre los años 2015 y 2017. Estos plazos no se cumplieron, y tanto el Ayuntamiento como los vecinos de la localidad reclamaron durante años al Govern la construcción del centro. Mientras tanto, los estudiantes se vieron obligados a seguir en los barracones y sin un patio en condiciones. Así, una reivindicación histórica de Roda de Berà se verá finalmente satisfecha y, la localidad, de poco menos de 8.000 habitantes, contará con unas instalaciones de secundaria a la altura.

La construcción del Institut fue incluida en los presupuestos de la Generalitat para el año 2022. En ellos se detallan los costes de la obra: 2,7 millones de euros en 2022, 3,5 millones en 2023 y 1,2 millones en 2024. El total, de 7,5 millones de euros, supera los 5,5 millones anunciados en el año 2013.

El plazo de ejecución de la obra es de 18 meses, por lo que el alcalde de Roda de Berà, Pere Virgili, estima que los alumnos puedan estrenar las nuevas instalaciones «a finales del curso 2023-24 o al inicio del 2024-25». Estela Simó, directora del centro, confía en que el traslado de la actividad educativa tenga lugar a principios de 2024. Cabe destacar que, en la fase final de la obra, se deberán retirar todos los módulos, lo que obligará a tener el edificio principal listo para su uso lo antes posible.

Convivencia con las obras

Tanto el municipio como la comunidad educativa del territorio recibieron la noticia con ilusión. El alcalde y la concejal de Ensenyament, Rosana Dorantes, estuvieron presentes en el acto de inicio de las obras, que tuvo lugar a finales de julio. También acudió la directora del centro y algunos de los profesores. A pesar del entusiasmo, el municipio vaticina un curso escolar complicado, en el que la actividad educativa del Institut y de la Escola Salvador Espriu deberá convivir con las obras.

Virgili ha descrito el inicio de las obras como «una gran noticia, esperada en el municipio desde hace mucho tiempo». A pesar de los retrasos, el alcalde celebra que los estudiantes «podrán pasar a unas instalaciones consolidadas, con mejores condiciones de comodidad y que complementarán el buen plan de estudios del Institut». Asimismo, ha comentado las dificultades que se afrontarán mientras dure el proceso de obra: «Preferíamos que se hubiese aprovechado más el verano para empezar, de modo que el ruido de las primeras fases de la obra no interfiriera con el curso escolar del Institut y de la Escola Salvador Espriu». Por otra parte, explicó que «se retirarán dos módulos para proceder con la obra. No eran instalaciones esenciales, pero la actividad del centro deberá comprimirse un poco en los módulos restantes mientras duren los trabajos de construcción».

Por su parte, los trabajadores del centro están «muy contentos porque las obras hayan empezado», según explica al Diari la directora del instituto. Simó ha descrito la obra como «una necesidad», ya que «llevábamos 12 años en módulos, que se han ido deteriorando y se han tenido que reparar en numerosas ocasiones, generando grandes gastos», añadió. La directora prevé, no obstante, «un año complicado mientras se conviva con las obras». Aun así, asegura que «entre todos hemos cuadrado grupos y horarios y lo hemos organizado de la mejor manera posible». Se espera que el centro acoja a, aproximadamente, 320 alumnos en el curso 2022-23.

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