C omo cada 30 de octubre, y ya van 33, Salou ha celebrado este domingo la Fiesta Mayor de la Segregación. Un acto muy señalado que sirve para conmemorar la histórica sentencia del Tribunal Supremo a favor de la localidad, que hacía años que pedía separarse de Vila-seca y que finalmente lo consiguió en 1989, obteniendo así una identidad institucional y administrativa propia.
Este año la Fiesta Mayor se realizó con unas temperaturas excepcionales –a las 12 horas los termómetros marcaban 24 grados- y con bastantes turistas, tanto nacionales, que aprovechaban este puente de Todos los Santos de cuatro días, como internacionales que disfrutaban de sus vacaciones en la localidad costera. Por ello, no era extraño que el paseo Jaume I registrara una buena afluencia de personas desde primera hora de la mañana.
En este punto se pudo ver a turistas que querían disfrutar de la playa aunque estuviera nublado y otros que estaban dando un paseo y se encontraron con el desayuno popular y el pasacalle de elementos populares. Fueron muchos los que fotografiaron los Gegants de Salou. «Me hace mucha gracia los arlequines –los Manotes-, son muy divertidos y nunca había visto este tipo de figuras», apuntaba Liz, una inglesa que apuraba sus últimos días de vacaciones en el municipio.
También Sarah alucinaba con la Morena, que en su boca tenía varios chupetes que los niños le habían entregado. Su madre Camille le pedía que se pusiera frente a la bestia pero a la pequeña no le acababa de convencer la idea. «Habíamos venido antes a Salou pero no en estas fechas, por lo que es la primera vez que vemos esta fiesta», explicaba esta turista de Toulouse.
A las 11 horas se iniciaba el pasacalle delante del Patronat Municipal de Turisme. Los Canons d’en Pascual, los Gegants y Nanos, la Mulassa, el Ball de Bastons, el Ball de Pastorets, el Ball de Panderos y la Morena hicieron las delicias de todas las personas que estaban en el paseo y que incluso se animaron a seguirles en su recorrido por la calle Barcelona y el núcleo antiguo hasta llegar a la Iglesia Santa Maria del Mar, donde se hizo la ofrenda floral y la misa.
Una vez finalizado este acto, el pasacalle siguió por el núcleo antiguo, las calles Barcelona y Advocat Gallego y el Paseo 30 d’Octubre hasta llegar al Parc Manuel Albinyana, donde tuvo lugar la gran paella popular con un precio de 2 euros por persona.
El día festivo empezó con la plantación simbólica del árbol de la lana en el Paseo 30 d’Octubre, una especie tropical caducifolia que florece en otoño. Un acto en el que estuvieron presentes el alcalde, Pere Granados, y los concejales del consistorio. Cabe decir que, por el 30 aniversario de la Segregación, se plantaron 30 árboles colocados en forma de bosque para conmemorar esta fecha. Desde ese momento, cada año se suma un árbol más con el objetivo de llegar a un centenar.
La jornada finalizó con el baile con la orquesta Rubens, el pasacalle de fuego y el espectáculo de fuegos artificiales que pusieron el punto final a la fiesta.
Fiesta del Panellet
Mañana lunes la concejalía de Infancia, a través del Club Xic’s, organiza la Fiesta del Panellet en la plaza del Carrilet, de las 10:30 a las 13:30 horas. Los más pequeños, que pueden ir disfrazados de castañeros, disfrutarán de talleres de panellets, juegos de madera e hinchables, además de un refrigerio. A las 17 horas se hará la chocolatada popular y el espectáculo ‘Explosive’.