La Casa Barral de Calafell ha sido invitada a dar una charla en la reunión que celebra la Asociación de Casas-Museos y Fundaciones de Escritores (ACAMFE), que está formada por 22 casas y fundaciones de todo el Estado y Portugal. Entre ellas están desde la Casa natal de García Lorca a la de Cervantes, la Fundación Juan Ramon Jiménez, la Casa Museo de Unamuno, la de Pérez Galdós o el Museo Lope de Vega.
La invitación a la Casa Barral a ese foro de fundaciones y museos de la literatura, supone un reconocimiento que podría llevar a la incorporación del museo de Calafell a la Asociación. Supondría una gran proyección, no sólo de la casa en la que el poeta y editor se asentó, sino de todo Calafell a donde Barral atrajo las principales plumas de la literatura universal.
En la reunión anual de la Asociación de Casas-Museos y Fundaciones de Escritores, la Casa Barral explicará el nuevo proyecto museístico que prepara para la que fue vivienda del autor y editor.
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Hasta hace unos años la casa en primera línea de playa, comprada por el Ayuntamiento en 1999, y una de las pocas que queda de los antiguos pescadores, había combinado la explicación de la trayectoria de Barral con el origen pesquero de Calafell.
Sin embargo, con la adecuación de la antigua cofradía de pescadores como Museo de la historia marinera de Calafell, la Casa Barral podrá dedicarse íntegramente a la obra y figura del poeta y editor.
En este sentido el Ayuntamiento ha adjudicado el nuevo proyecto museístico para la Casa Barral por un importe de 105.491 euros. Podría estar finalizado a principios del próximo verano.
La nueva Casa Barral estará dedicada exclusivamente al autor y editor. También al universo que le rodeó y a cómo Calafell fue punto de encuentro de plumas como Gabriel García Márquez, Vargas Llosa, Goytisolo, Gil de Biedma y otros literatos universales, premios Nobel y Premios Cervantes.
La nueva musealización de la Casa Barral da especial proyección al poeta y editor como figura clave en la efervescencia de la literatura hispanoamericana de la segunda mitad del XIX. Algunos de esos literatos estuvieron en Calafell y hasta se asentaron como Jorge Edwards.
La nueva musealización y la participación, de momento como invitada, de la Casa Barral a la reunión de la Asociación de Casas-Museos y Fundaciones de Escritores (ACAMFE), debe servir para que Calafell haga un redescubrimiento de una figura de la que no ha sabido aprovechar su dimensión en la literatura universal.
De la misma manera que Cadaqués ha sabido escribir el relato entorno a los pintores, Calafell tiene la oportunidad de reivindicar su presencia en la literatura universal.
