El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Cambrils sigue negociando la adquisición de la bodega de la Cooperativa Agrícola. Según ha podido conocer el Diari, el consistorio podrá disponer de más tiempo para poder ejecutar la compra con la partida de 677.568,20 euros, provenientes del superávit, que inicialmente se debían utilizar antes del 31 de diciembre de 2019.
En el pleno del pasado mes de noviembre el gobierno aprobó una modificación de crédito, por valor de 1.075.351.24 euros, que incluía varias partidas para arreglar alumbrado y calles, así como la cifra para hacer efectiva la compra del edificio que está catalogado como Bé Cultural d’Interès Local (BCIL). El concejal de Hisenda, Jaume Gila, apuntó que el dinero del superávit de 2018 se debía asignar a inversiones financieras sostenibles. En el caso que no se pudieran materializar, el dinero debía destinarse obligatoriamente a reducir la deuda del ayuntamiento.
Con el compromiso firme de comprar el inmueble, el gobierno de Camí Mendoza se reunió en diciembre con los responsables de la Cooperativa pero no se llegó a cerrar un acuerdo. La buena noticia es que el dinero para la adquisición del continente, los 677.568.20 euros, no irá, de momento, a bajar deuda.
Según han apuntado varias fuentes, el problema ahora estaría en el contenido, es decir, el interior de la bodega. Como anunció la alcaldesa hace unas semanas, está previsto hacer una tasación de las piezas museísticas que se encuentran en el edificio. Una acción que cuenta con una partida de 150.000 euros, también surgida de una modificación de crédito, que se aprobó en noviembre de 2018 para iniciar las negociaciones con los representantes de la entidad cambrilense. Si finalmente se cerrara un acuerdo, el consistorio invertiría un total de 827.568.20 euros en el edificio y en su interior. Como apuntó Mendoza en los plenos de noviembre y diciembre, si no se consigue firmar la operación, los 677.562,20 euros se destinarán a liquidar deuda y los 150.000 euros se emplearán para otros temas.
Asimismo cabe destacar que se ha creado una comisión técnica que se ha encargado de recopilar la información que requiere la Generalitat de Catalunya para dar su visto bueno a la compra del museo agrícola.
Más de un año de negociación
El equipo de gobierno inició las reuniones con los responsables de la Cooperativa en el último trimestre de 2018. En septiembre de ese año la entidad puso a la venta el edificio por un valor de 1,2 millones de euros. El consistorio mostró desde un primer momento su voluntad de adquirir el inmueble para preservar el patrimonio local y cultural del municipio. El primer paso fue aprobar la partida de 150.000 euros en noviembre y a partir de ahí se encontraron en varias ocasiones para intentar cerrar un trato.
En una de las reuniones se puso sobre la mesa una cifra cercana a los 700.000 euros, un valor que los responsables de la entidad no aceptaron porque consideraban que «estaba por debajo del precio del mercado». De hecho, en abril del año pasado los representantes volvieron a colgar el cartel de «se vende» en las puertas del edificio histórico porque no estaban de acuerdo con la cifra que se ofrecía por parte de la administración,
No obstante el gobierno defendió su oferta porque así se recogía en el informe de tasación que relizaron los técnicos, que apuntaba que el precio de compra se debía fijar en 677.568,20 euros porque se trata de una «entidad pública» y por ello el gobierno no podía ofrecer más dinero.
El edificio es obra del arquitecto Bernardí Martorell, que comenzó a diseñarlo en el año 1914 con un estilo que recordaba al de Antoni Gaudí, con arcos de cadenas hechos de ladrillos procedentes de las bóvedas locales. Seis años más tarde se inauguró y mantuvo su actividad hasta 1993, cuando se dio por disuelta la sección vitivinícola. Un año más tarde se iniciaron las obras de rehabilitación para que se convirtiera en un museo que se estrenó en 1998 y que durante años compartió su espacio con la agrotienda de la entidad.