La polio, o poliomelitis, es una enfermedad vírica y muy infecciosa que afecta al sistema nervioso central. Se trata de una dolencia que afecta sobre todo a niños y que puede provocar parálisis e incluso la muerte. Después de décadas con campañas de vacunación por todo el mundo, el virus que provoca la polio está erradicado en prácticamente todos los países. Sin embargo, todavía hay zonas en las que supone un problema sanitario.
Buena parte de la culpa de que hoy la polio sea una enfermedad casi erradicada la tiene el Club Rotary, que ha dedicado grandes esfuerzos a luchar contra este virus en los últimos 40 años. «Somos una organización fuerte, con más de 1.300.000 socios y una estructura internacional. Constituimos el objetivo de acabar con la polio en algo importante y, aunque no ha sido un jardín de rosas, nos queda muy poco para alcanzarlo», celebra Sergio Aragón, Coordinador Regional de la Fundación Rotaria para España y Portugal.
Aragón, que el lunes ofreció una conferencia en el Club Nàutic Salou para dar a conocer la labor del Rotary en la lucha contra la polio, afirma que «la expectativa es que de aquí a 4 o 5 años habremos conseguido erradicar totalmente el virus y la Organización Mundial de la Salud (OMS) habrá declarado todo el planeta libre de polio».
El compromiso de Rotary en esta lucha viene de lejos y se ha convertido en un emblema de la organización. Un expresidente del club, el mexicano Carlos Canseco, pediatra de profesión, sembró la semilla diseñando un sistema de vacunación masiva. El punto de partida fue Filipinas y, a día de hoy, se han vacunado a más de 2.500 millones de niños de todo el mundo.
De este modo se consiguió que la OMS declarase el continente de África libre de polio en 2020, a pesar de que después han habido brotes surgidos de áreas remotas que no habían recibido la vacunación. Hoy, sólo dos países en todo el mundo continúan teniendo el virus de la polio como endémico, Afganistán y Pakistán.
En estos países, el Rotary, de la mano de la OMS y de organizaciones locales, sigue vacunando de forma masiva a los pequeños para acabar definitivamente con el virus. «Será un gran momento para todos, porque será la segunda enfermedad vírica erradicada de la faz de la tierra, después de la viruela», señala Aragón.