Un controlador de acceso de la discoteca Pacha de La Pineda –ahora ya cerrada al público– propinó puñetazos a dos clientes. El Juzgado de lo Penal número 1 de Tarragona condenó al agresor a un año de prisión como autor de un delito de lesiones y una multa de multa de 160 euros por otro delito leve de lesiones.
Pero ahora, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona ha rebajado la pena al considerar la atenuante de dilaciones indebidas, dejándola en tres meses de cárcel y 120 euros de multa, respectivamente. Lo que no ha cambiado es la responsabilidad civil: pagar a uno de los heridos 750 euros por las lesiones y 650 por las secuelas, y 60 euros al otro por las lesiones.
La agresión se produjo a las dos de la madrugada del 10 de septiembre de 2017 en la zona dedicada al servicio de parking de Pacha. El acusado se aproximó a los dos denunciantes y les dijo que se marcharan del sitio. Acto seguido, dio un puñetazo a uno de ellos en la zona de la espalda alta –a la altura del cuello-nuca–.
El amigo de la víctima salió en su defensa, recibiendo varios puñetazos en la cara.
La Audiencia Provincial ha rechazado el recurso de apelación. Recuerdan los magistrados que el acusado fue señalado en un reconocimiento fotográfico como el autor de la agresión. Además, los testigos destacaron un rasgo muy identificativo, como es el hecho que llevaba un aparato de olor rojo en la parte de arriba de la boca.
La Sala recuerda que los testigos expusieron «con todo detalle» lo que vieron, que resultó ser «lógico y coherente entre sí»
