Parece que fue ayer cuando Jaume Nin, Vivenç Beneito, Xavier Inglés y Pep Basa, que formaban la colla Blauivert, plantearon confeccionar un Belén y llevarlo a la montaña.
Han pasado 55 años y no ha faltado ni una de esas obras en las cimas. Ya es un ritual de la Navidad en El Vendrell. El pesebre de Jaume Nin, el Clavetaire, y cuál será el tema. Hasta última hora no se desvela.
Hace ya más de cinco décadas que Nin elabora un pesebre que irá a la montaña. Han estado en el Montsant, en la Pica d’Estats, Montserrat... Este año irá a junto a la ermita de Sant Marc en la Joncosa del Montmell el 22 de diciembre.
El Clavetaire ha dedicado su pesebre a los aniversarios de entidades de El Vendrell. Los 45 años del reinicio de los Diables y del Ball de Bastons, los 50 de la bestia de fuego del Caramot y del Grup Muntanyenc y el centenario de la muerte del escritor Àngel Guimerà que pasó su juventud en El Vendrell. Personasjes entorno a un Nacimiento sobre una tabla de haya.
Reparaciones
Años atrás los pesebres se dejaban el montaña. Cuando no había vandalismo, explica Nin. «Quedaban en las cimas y después íbamos a verlos. Yo llevaba barniz, unos clavos, trapos por si debían restaurarse, pero luego decidimos recuperarlos»
«El dedicado a las Olimpiadas duró once años en la montaña». Otros menos. El dedicado a la restauración del órgano de El Vendrell desapareció a los tres días.
Y el que se dejó en el Cavall Bernat con la Paloma de Picasso sólo un día. «Cuando lo colocamos nos recibió el padre abad Cassià Just, que estuvo agradecido», recuerda Nin.
Al desaparecer esa obra se hizo un escrito en la revista Cavall Fort y a los tres días volvió a aparecer en el lugar tras el revuelo que se formó en el mundo excursionista. Otros ni aparecieron como el que se plantó en Albinyana o el de Prades dedicado a la restauración del órgano. Hace años que se recuperan y el Grup Muntanyenc los conserva.
Han sido 55 pesebres sobre el 700 aniversario de la parroquia, los 90 de la colla Nens del Vendrell, la restauración del ángel que corona la iglesia, ermitas del Baix Penedès... los Juegos Olímpicos de Barcelona, la fachada del Portal del Pardo o el fin de la guerra de los Balcanes.
