Días antes de Navidad Jade DeLucia, una niña de 4 años de Iowa (EEUU) empezó a mostrar síntomas de tener gripe. La pequeña no estaba vacunada de dicha enfermedad, lo que la ha lelvado a pasar casi dos semanas en la UCI del Hospital Infantil Stead Family de la Universidad de Iowa.
Concretamente, los primeros síntomas en la menor aparecieron el 19 de diciembre, cuando avisó a sus padres de que no se encontraba bien e incluso llegó a tener fiebre. No obstante, no fue hasta la mañana del 24 de diciembre cuando se desencadenó todo.
El padre de la pequeña, Stephen DeLucia, fue a la habitación de su hija para ver porque no se había levantado esa mañana a su hora habitual. Fue en ese momento cuando la encontró acostada en cama, sin responder y con el cuerpo ardiendo, por lo que tuvo que ingresar de urgencia en el hospital.
Allí, los médicos diagnosticaron a Jade con gripe pero tenían malas noticias. La enfermedad había afectado ya a su cerebro Jade padecía una encefalopatía necrotizante aguda, una complicación derivada de la gripe. "Nos dijeron que tenía un daño cerebral significativo, que nuestra hija no se despertaría nunca, y si lo hacía, podría no ser la misma", ha explicado su madre, Amanda Phillips a medios locales,
Finalmente, el pasado 1 de enero, Jade se despertó y durante los primeros días parecía ir mejorando, hasta que sus padres notaron algo. Cuando su madre le colocaba frente a ella su peluche favorito, un unicornio blanco, Jade no lo miraba.
Tras comprobar que no tenía ningún problema en los ojos, sus médicos llegaron a la conclusión de que el fallo provenía del cerebro. La gripe "afectó a la parte de su cerebro que percibe la vista, y no sabemos si recuperará su visión. Lo veremos en tres o seis meses", ha asegurado Czech.