Serra de Cardó, belleza desde las alturas

Estas montañas están incluidas dentro del Pla d´Espais d´Interès Natural (PEIN) de la Generalitat de Catalunya

19 mayo 2017 18:28 | Actualizado a 21 mayo 2017 16:50
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Las montañas de Cardó forman una de las sierras más características de las Terres de l’Ebre, ya que se encuentra en la mítica Vall de Cardó, lugar de una gran belleza paisajística y con un patrimonio histórico y cultural muy relevante. Estas montañas están incluidas dentro del Pla d’Espais d’Interès Natural (PEIN) de la Generalitat de Catalunya.

Buena parte del macizo forma parte de los términos municipales de Benifallet (Baix Ebre) y Rasquera (Ribera d’Ebre). Su vertiente interior desciende hasta el Ebre, al sur, y al sudeste continúa por la Serra del Boix. La abrupta Vall de Cardó, abierta en dirección norte-oeste, es drenada por el barranco de Cardó, afluente por la izquierda del Ebre. En esta zona las lluvias son escasas, pero gracias a la permeabilidad de sus rocas calcáreas, se originan corrientes subterráneas que llevan a la creación de fuentes medicinales que desembocan en el abrupto barranco de Sallent, coronado por el balneario de Cardó.

Balneario de Cardó

En lo alto del espectacular despeñadero del Salt Frare encontramos el balneario de Cardó. El edificio original fue construido en 1606 por el carmelita tortosino Fray Pau de Crist, quien estableció una comunidad religiosa. El complejo estaba formado por los edificios conventuales y un conjunto numeroso de ermitas construidas hace muchos años y que actualmente se encuentran abandonadas.

El convento fue suprimido con las desamortizaciones eclesiásticas del 1835, y en 1866 se convirtió en un balneario, aprovechando las aguas medicinales, bicarbonatadas y arsénicas. El lugar también fue hospital del ejército republicano en la Batalla del Ebro, durante la Guerra Civil. Después de la guerra, entre 1940 y 1967, volvió a funcionar como balneario. Hasta finales del siglo XX también funcionó como planta embotelladora de agua mineral. Actualmente está en proceso de restauración y está previsto reabrirlo en un tiempo no muy lejano, con servicios de salud vinculados a las aguas minerales que brotan en la zona.

Es un lugar lejos de cualquier núcleo habitado, situado en un entorno que invita a la reflexión. Desde este punto podemos iniciar diversos itinerarios que nos permitirán descubrir la Serra de Cardó, unas montañas llenas de ermitas que supuestamente utilizaban los monjes para aislarse.

Ruta por la montaña

Entre todos los itinerarios por esta sierra, los más interesantes son aquellos que suben a la Creu de Santos, el punto más elevado de la Sierra, con 942 metros de altura. En este caso, indicamos una ruta que alberga su belleza en el recorrido, a través del cual podemos aprovechar para conocer muchas de esas pequeñas ermitas.

El recorrido pasa por la ermita de la Santíssima Trinitat, que fue transformada en casa de campesino, y por los restos de la de Sant Àngel. El camino se adentra por el bosque y sube hasta llegar al Portell de Cosp y la Teixeda de Cosp, donde hay más de 200 ejemplares de tejos. Después pasamos por la Font del Teix, donde podemos encontrar un magnífico ejemplar de este árbol, que le da nombre a la fuente. Y ya en breve llegaremos a la Creu de Santos, lugar desde el cual se pueden admirar magníficas panorámicas. Una vez alcanzada la cima, caminaremos por el barranco de la Columna de vuelta al balneario de Cardó, y pasaremos cerca de las ermitas de Sant Onofre y la de Sant Simeó, la más singular del conjunto de montañas de Cardó, donde también podemos encontrar una preciosa fuente, que recibe el mismo nombre, la fuente de Sant Simeo. En la Sierra de Cardó podemos encontrar bosques mediterráneos bastante bien conservados y poblados. Hay encinares bien constituidos, complementados con bosques de roble valenciano y tejos que aparecen de manera esporádica. En las partes altas y con poca luz diurna de la sierra hay pinedas. También es abundante el acebo y el margallón.

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