El exconseller Josep Rull (Junts) ha sido escogido como nuevo presidente del Parlament de Catalunya. Así lo ha decidido el pleno de constitución de la cámara catalana, donde ERC y la CUP han dado apoyo a la candidatura del partido de Puigdemont.
Las horas previas al primer pleno del nuevo Parlament catalán han estado marcadas por los contactos cruzados para tratar de atar un acuerdo sobre la composición de la Mesa de la cámara.
Los votos de Junts, ERC y la CUP han superado a los sumados en apoyo a Sílvia Paneque, candidata del PSC. De esta manera, la candidatura de Josep Rull se ha hecho con la mayoría simple en la segunda votación.
El PPC, Vox y los Comuns se han limitado a votar a sus propios candidatos, sin dar apoyo a otros partidos y facilitando la mayoría independentista.
Durante la primera votación, la candidata socialista ha superado en votos (42) a Rull (35), no obstante, los apoyos de los miembros de su partido no han sido suficientes para lograr una mayoría absoluta, condición necesaria en esta primera llamada.
Josep Rull fue designado como candidato por Tarragona en las elecciones generales del 28 de abril de 2019. La abuela del exconseller es natural de Picamoixons, según aseguro en una entrevista al Diari, además, su mujer posee una residencia familiar en Porrera (Priorat), lugar que frecuenta Rull desde «hace más de 20 años».
Votos telemáticos
La sesión constitutiva ha estado dirigida por una Mesa de Edad encabezada por Agustí Colomines (Junts), el más veterano, junto a Júlia Calvet (Vox) y Mar Besses (ERC). La Mesa ha decidido admitir el voto delegado de Carles Puigdemont y Lluís Puig, en contradicción con el criterio del Tribunal Constitucional (TC) y pese a las protestas de PP y Vox.
La semana pasada, el TC estimó el recurso interpuesto por PSC-Units en contra de los acuerdos de la última Mesa del Parlament que permitieron el voto telemático del exconseller Lluís Puig, que permanece en el sur de Francia, huido de la justicia española.
El diputado electo de ERC Ruben Wagensberg, que se encuentra en Suiza, ha podido delegar su voto sin controversia al disponer de una baja médica de larga duración.