Conseguir una cita en una oficina de la Seguridad Social es hoy misión imposible. Ante un problema que, lejos de solucionarse se está agravando, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha recogido el guante que le ha lanzado el Defensor del Pueblo y ha puesto en marcha un plan para desatascar este colapso, un plan que, lejos de contentar a la plantilla de funcionarios, les ha soliviantado porque consideran que lo único que va a conseguir es dar una «peor calidad del servicio», según denunció este martes el sindicatos CSIF en un comunicado.
Las recetas que pretende implantar el ministro, ante el segundo toque de atención que recibe por parte de este organismo público que vela por los derechos de los españoles, pasan por reducir el tiempo de atención al ciudadano, abrir las oficinas por la tarde, incrementar el número de personas atendidas a diario por cada funcionario y atender sin cita previa a determinados colectivos, algo que ha puesto en pie de guerra a una plantilla que lleva meses denunciando esta situación y que pide urgentemente incorporar nuevos efectivos con una oferta público de empleo específica para compensar la falta de personal.
El plan da instrucciones concretas de atención al ciudadano para el primer semestre de 2023 y establece unos claros objetivos que pasan por abrir todos los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social (CASI) en horario de tarde -algo no establecido en el calendario laboral del organismo-; reducir el tiempo de atención al ciudadano a 10 minutos en el mayor número de servicios y nunca sobrepasar los 15 minutos que fijan como tiempo máximo; incrementar las atenciones con cita por funcionario y día; atender sin cita previa y de forma prioritaria a los mayores de 65 años y a las personas vulnerables con incidencia en la brecha digital y, en caso de que no sea posible, concertarles una cita «lo antes posible», según recoge el documento al que ha tenido acceso este periódico y que lleva la firma de María del Carmen Armesto González-Rosó, directora general del Instituto Nacional de la Seguridad Social.
Cabe recordar que las citas a la Seguridad Social se piden, entre otros asuntos, para solicitar prestaciones tan importantes como una pensión, ya sea de incapacidad, jubilación o viudedad, o el ingreso mínimo vital, temas complejos que para ser analizados en profundidad y resueltos con éxito parece muy complicado solucionar en menos de 15 minutos.
Se da así la paradoja de que, en la actualidad, pedir una cita presencial en cualquiera de las oficinas con que cuenta la Seguridad Social en territorio nacional puede demorarse hasta tres meses -según denuncia el sindicato CSIF- y, una vez conseguida, apenas ofrecen al ciudadano 10 o 15 minutos de atención presencial.
Plantilla escasa y saturada
CSIF advierte que la reducción del tiempo de atención al público «sólo supondrá una peor calidad del servicio para el ciudadano, porque solo importará el número de expedientes atendidos por el empleado aunque tenga que ampliar su jornada laboral, y no si la gestión se ha resuelto satisfactoriamente».
Además, el sindicato avisa al ministro de que trasladarán una queja ante la Dirección General del Instituto de la Seguridad Social por considerar que el plan vulnera los derechos sindicales, puesto que modifica las condiciones laborales de la plantilla de este organismo, al aumentar su jornada laboral sin ningún tipo de compensación económica.
«La actual plantilla ya está sobrepasada y superada. Este plan del Gobierno es papel mojado, solo conseguirá que las colas se dupliquen y no va a funcionar si no se contratan a más trabajadores, puesto que la actual plantilla ya está sobrepasada y superada», denunció Ricardo Aguirre, responsable de CSIF en la Seguridad Social, que aseguró que el refuerzo de interinos que anunció el ministro en octubre aún no ha llegado a las oficinas.
Por ello, esta organización de trabajadores avanza que incrementarán las movilizaciones para que se refuerce la plantilla, puesto que se han destruido 10.000 empleos en los últimos diez años y, además, dos tercios de la plantilla está a las puertas de la jubilación.
Escrivá, sobre pensiones: «Hemos avanzado muchísimo»
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, hace oídos sordos a la denuncia de los sindicatos de tener paralizada la reforma de las pensiones desde hace más de un mes y este martes, precisamente desde Bruselas, presumió del rumbo que lleva la negociación.
«Hemos avanzado muchísimo en los últimos meses. Estamos cerca del final y tengo expectativas de que en las próximas semanas podamos concluir este proceso», aseguró. Además, el ministro calificó la reforma de «muy ambiciosa» y explicó que trabaja para generar el «mayor consenso posible».