La gente se marcha de Facebook. La red social más famosa del mundo se encuentra lejos de su mejor momento, de su pico, de su clímax o como quieran llamarlo. Eso parece a simple vista. Pero ¿es cierto que la gente abandona Facebook sin más?, ¿quién se va?, ¿adónde? y ¿por qué?
Para entender este fenómeno hablamos con Anna Sánchez-Caballé, pedagoga y doctoranda en tecnología educativa: «Sí hay gente que se marcha de Facebook, pero qué tipo de gente. Son los jóvenes que se van a consumir otro tipo de redes sociales. La juventud se identifica con los contenidos multimedia, como las fotos o vídeos, de allí que el abandono de Facebook se relacione con el crecimiento de Instagram».
Facebook nació en 2004, aunque no se masificó sobre todo en nuestro país hasta finales de la década de los 2000. «Cumple 15 años de vida ya y todo tiene una vida útil. Nadie se acuerda de Messenger o de MySpace. Nosotros vivimos Facebook como algo nuevo en su día pero los que nacieron hace quince años no. Así que no se sienten identificados con esta red social», apunta Sánchez-Caballé, quien añade que «además, nosotros no somos los mismos que cuando creamos nuestra cuenta, y hay cosas que ya no nos representan».
«Cada generación ha tenido sus referentes culturales, moda de vestir o grupos de música, con las redes sociales pasa igual -dice la pedagoga-. Seguirá estando para un target de gente mayor. Pero llegará el momento en que estalle y tenga que incorporar cosas nuevas porque para la gente joven, Facebook no tiene vida útil».
Si cada generación tiene su red social, los jóvenes apuestan por Instagram. O eso parece. «Los chicos de 10 años que empiezan a utilizar internet no tendrán ni Instagram. Los últimos quizá son los de 13 o 14. Pero los de 10 se encuentran más cómodos en redes sociales inmersivas como el Fortnite. Los mundos digitales de realidad virtual están creciendo mucho sobre todo por los videojuegos», añade Sánchez-Caballé.
Toda nuestra vida digital en las redes responde a una necesidad humana de interactuar con otras personas. «Buscamos estar en contacto con otras personas -expone nuestra pedagoga-, ya sean conocidas o no. En cualquier caso nos hace competentes a nivel digital, pues tienes que se capaz de filtrar información. A nivel multimedia, quieres hacer buenas fotos y vídeos para tener likes. Para ello hay que saber comunicar. Estés en la red que estés, para ser ciudadano del siglo XXI hay que tener habilidades digitales».
Para adentrarnos más en el mundo de la interacción digital nos ponemos en contacto con Núria Araüna, profesora de la URV e investigadora sobre jóvenes y redes sociales: «La gente no se marcha, simplemente tienen varias redes sociales para distintos usos. En este sentido, Facebook no es la que más usan los jóvenes, incluso algunos que se introdujeron en las redes por Snapchat o Instagram, no han llegado ni a entrar».
«Las personas entre los 30 y los 40 años se introdujeron en el universo digital a través del blog. Entonces Fotolog se empezó a utilizar como una red social, ya que ponía en relieve las actualizaciones. Después apareció Facebook que agilizó todo el relato con una gran potencia de interacción y comunicación inmediata y se implementó muy rápido», prosigue la profesora de comunicación.
Buenos tiempos para Facebook en la retina. Quién no entraba un par, tres o diez veces al día. Pero como dice Araüna es una cuestión de usos: «Después de haber sido la red más utilizada, guardamos muchos contactos en ella y si mucha gente no se acaba de marchar es porque la considera como una agenda de contactos».
Volvemos a la aplicación rey del momento, Instagram, casualmente propiedad de Facebook. «Entre la gente joven es la red social predilecta y de uso habitual -resalta Araüna-. El consumo audiovisual de los jóvenes, ya sean series o vídeos, es a través del móvil. Instagram está pensada para utilizarla desde el smartphone, por lo que es muy potente».
Otra de las críticas a Facebook reside en su privacidad y la protección de datos. «Para muchos jóvenes la privacidad no es un problema porque se han criado en una cultura en que todo es público. Esto llega a tal punto que si eres víctima de sexting, por enviar fotos eróticas, la culpa es tuya por no ser consciente que no existe ninguna privacidad. Los adultos en edad media sí que sienten más desconfianza por está cuestión y algunos acaban marchando».
«Cualquier tiempo pasado fue mejor». Mientras parece que Jorge Manrique ya predijo el destino de Facebook, no podemos afirmar nada. Pues ha sido la red social más grande que ha habido. Un monstruo capaz de volver a golpear.