Cumplir con los objetivos a base de motivación y de un entrenamiento totalmente personalizado. Este es el secreto que ha catapultado a los entrenadores personales al éxito. Según el ranking de tendencias del fitness mundial del 2018, que publica el American College of Sports Medicine, el entrenamiento personal se mantiene entre las diez primeras posiciones. «Los clientes nos contratan para mejorar su salud y forma física. Lo que ofrecemos es un plus de motivación, confianza y seguridad. De esta forma también se alejan de la monotonía que puede suponer la sala de máquinas de un gimnasio», afirma Tania Melendo, entrenadora personal en el gimnasio Club Karate Sinhus Sport (La Granja, Tarragona).
Con la llegada del Año Nuevo, el propósito de ponerse en forma es recurrente, y al mismo tiempo el índice de ‘fracaso’ es igual de proporcional. Acudir a un entrenador personal resulta la ‘salvación’ de aquellos a los que les invade la pereza de acudir al gimnasio cada día. «El cliente se siente motivado porque realizamos un trabajo específico y siempre teniendo como referente sus metas», explica Sheila García, monitora e instructora de Anytime Fitness de Reus. Recuerda que lo ideal es «seguir durante todo el año una pauta de entrenamiento, para evitar el temido ‘efecto rebote’ cuando, por cualquier circunstancia, se abandona el entrenamiento». El primer barómetro sobre el Movimiento en España, presentado el año pasado y que estudió los hábitos y tendencias de esta actividad, también evidenció que «el fitness, junto al running, son los deportes del momento» y que contribuyen a «mejorar el estado de ánimo y la autoestima».
Compromiso
Sincerarse es el primer paso para que el entrenador personal y el cliente confíen el uno en el otro y se alíen en beneficio de la salud. «En la primera entrevista que tengo con la persona le pregunto cuáles son sus objetivos y por qué quiere empezar a hacer ejercicio. Hay personas que solo quieren superar las pruebas físicas de las oposiciones, y otras que buscan mejorar su salud, la resistencia, la coordinación, etc. », detalla Sheila. Por su parte, Tania Melendo asegura que «debe existir un compromiso mutuo». Añade que «cualquier cliente puede tener determinados objetivos pero al mismo tiempo debe ser realista con su situación, para lograr sus metas de forma sana y siguiendo unos hábitos de vida saludables». Seguir una alimentación equilibrada y variada también es imprescindible, y lo recomendable es acudir a un profesional dietista-nutricionista.
A partir de aquí, el entrenador calcula el Índice de Masa Corporal y toma nota de las características físicas del cliente y de todo lo que resulte relevante sobre su salud. «Después de hacer un estudio detallado, empezamos a trabajar con la rutina de ejercicios personalizada», añade la instructora de Anytime Fitness de Reus.
Desde entrenamientos funcionales hasta ejercicios con TRX (disciplina de fitness basada en la suspensión y que ejercita toda la musculatura gracias al peso del cuerpo), pasando por rutinas HIIT (entrenamiento a intervalos de alta intensidad) son actividades que el entrenador personal puede utilizar para diseñar la rutina de ejercicios. Actividades que también ocupan un lugar destacado en el ranking de las principales tendencias del fitness mundial del American College of Sports Medicine, junto a el entrenamiento en grupo, entrenamiento de peso corporal o el yoga.
Supervisión
Otra de las ventajas de acudir a un entrenador personal es que el cliente puede contratar desde un bono con varias sesiones hasta horas sueltas, en función de la disponibilidad que tenga. «El cliente se compromete más y saca el máximo partido de cada sesión», asegura la entrenadora. El precio puede oscilar entre los 20 y los 30 euros la hora.
El entrenador personal también observa y revisa cada uno de los ejercicios. En este caso, la principal ventaja es que se reduce el riesgo de sufrir una lesión. «Lo que provoca una lesión no es el ejercicio, si no la manera de hacerlo», explica Sheila, y recalca la importancia de «corregir y dar las pautas para evitar cualquier daño que afecte a la salud».
La combinación de ejercicios personalizados y la supervisión de un profesional conlleva resultados más rápidos y una mayor eficacia del entrenamiento. Controlar los avances y, cada cierto tiempo, modificar el entrenamiento en función de las necesidades también resulta clave para el éxito de los entrenadores personales.
«Para cualquier profesional resulta una satisfacción ver como cada persona avanza día tras día, y se siente mejor. Y todavía más si sabes que se apoya en ti para seguir adelante y mejorar su salud», concluye Sheila García.