El confinamiento puede ser un infierno para muchas mujeres y familias encerradas con sus agresores y maltratadores. La violencia machista y la doméstica viven días delicados en un estado de alarma, alargado hasta el 11 de abril, en que apenas podemos salir de nuestros hogares sin una causa justificada. En muchos casos, lamentablemente, las cuatro paredes de casa son el escenario de la pesadilla.
En situación de confinamiento la convivencia es permanente y obligatoria y la movilidad reducida o nula. Un contexto que puede favorecer el conflicto y la violencia, de manera similar a los casos de conflictividad que se dan en vacaciones. Además, ahora entra en juego el agravante de la dificultad para la víctima aislada para encontrar apoyo de familiares y profesionales.
Encerradas en casa hay menos oportunidades para verbalizar, compartir o pedir información o asesoramiento a los servicios, así como para denunciar.
El Institut Català de les Dones (ICD) del Departament de la Presidència y el Departament de Treball, Afers Socials i Famílies han reorganizado sus servicios para garantizar la atención a las mujeres en situación de violencia machista durante el confinamiento. El objetivo es que no haya ninguna mujer desatendida a pesar de la dificultad de movilidad y atención presencial.
El 900 900 120 para las urgencias y el 112 para las emergencias, son teléfonos de apoyoEntre las medidas que establece el ICD adquiere vital importancia el 900 900 120, un servicio telefónico gratuito y confidencial para garantizar la atención en cualquier momento del día. Es importante que todas la mujeres que puedan necesitarlo tengan constancia de ello, así de su servicio por correo electrónico 900900120@gencat.cat.
Hablamos con la coordinadora del ICD en Tarragona, Ekaterina Katcheff: «En un primer momento esperábamos un aumento de las llamadas y las atenciones, pero hay un factor muy importante y es que muchas de nuestras usuarias no pueden llamar o responder al teléfono porque viven con su agresor».
«Durante la primera semana de confinamiento, la del 16 de marzo, llamaba a algunas de nuestras usuarias y me decían que no lo hiciera porque no podrían hablar», explica Katcheff.
Una campaña para denunciar en los casos en que la mujer está silenciada
El ICD ha iniciado la campaña ‘Establiment segur contra la violència masclista’ para que las mujeres también encuentren el apoyo y la complicidad de la ciudadanía cuando acudan a un comercio. Es una iniciativa para facilitar el acceso al 900 900 120 a las mujeres que no puedan ni llamar ni escribir a los servicios al encontrarse confinadas con el agresor.
El ICD se ha dirigido a los gremios y colegios profesionales que mantienen su actividad para pedirles complicidad y actuación activa de apoyo a las mujeres en situación de violencia machista: Col·legi de Farmacèutics y los gremios de Panaderos, Estanqueros, Supermercados y autoservicios, de Detallistas y autoservicios de alimentación, y de Detallistas de frutas y hortalizas.
Este «silenciamiento forzado» es muy preocupante. Para buscarle una solución, desde el ICD se ha iniciado la campaña ‘Establiment segur contra la violència masclista’. Para Katcheff es «muy acertada y adecuada a la situación porque no moviliza a la mujer víctima de violencia machista, entendemos que ya tiene suficiente con ingeniárselas para convivir con su agresor. Entonces esta campaña quiere activar el entorno: vecinos que puedan escuchar algo, comercios que perciban inquietud por parte de la mujer, etc. Aquí realmente lo que se pide es la complicidad de la ciudadanía para atender a las mujeres víctimas de la violencia machista».
Otro aspecto a destacar durante estos días de confinamiento son las cifras de atención. Pese a que como hemos visto la víctima tiene dificultades para denunciar en este escenario, en menos de una semana se han atendido 415 mujeres (básicamente llamadas o mails). «Son mujeres que necesitan asesoramiento, consejos y información, pero no solo de violencia machista, también ante una urgencia laboral o alimentaria, como por ejemplo cómo seguir adelante sin trabajo sola y con un niño».
Las cifras se empezaron contabilizar el pasado 19 de marzo y este viernes 27 ya cerraron con 415, tan solo en la región de Tarragona a través de sus 13 puntos de Serveis d’informació i atenció a les dones (SIAD). Del total de atenciones, hay 55 nuevos casos en tan solo nueve días. «Algunos los hemos tenido que derivar a la Policia Local o a los Mossos», explica Katcheff. Sin duda, una situación alarmante.
«Cómo le dices a una mujer que evite quedarse a solas con su agresor si estamos confinados». Es uno de los grandes retos del ICD estos días, que promueve una serie de consejos para minimizar riesgos dentro de lo agravante de la situación: «Es importante que no esté a solas con el agresor e intente que haya más miembros de la familia en el espacio. Procurar tener el móvil a mano para activar la llamada a urgencias (900 900 120) o emergencias (112). Establecer una señal de alarma con su entorno, con sus vecinos, como puede ser subir y bajar una persiana. Tener un lugar donde poder encerrarse. Sobre todo, si se discute que haya una distancia de seguridad y no estar en la cocina porque suelen ser estrechas y con objetos peligrosos».
Finalmente, desde el ICD insisten que «seguimos trabajando por y para ellas, que sepan que no están solas. Los peor es sentirse sola en una situación de convivencia impuesta, pero que sepan que no están desamparadas».