Catalunya encara las elecciones europeas con la resaca de las catalanas y el Govern por formar

Hace 10 años que no se celebran únicamente elecciones a la Eurocámara y la última vez la participación fue del 46%

20 mayo 2024 07:27 | Actualizado a 20 mayo 2024 13:33
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Catalunya entoma la campaña de las elecciones europeas con la resaca de las catalanas y las negociaciones por el gobierno y la Mesa del Parlament en marcha. Según confirman fuentes de los principales partidos catalanes implicados, las conversaciones se mantendrán las próximas semanas a pesar de la campaña, puesto que el Parlament se tiene que constituir como tarde el 10 de junio. Es decir, el día siguiente a los comicios en el Parlamento Europeo. “El calendario es el que es”, dicen. Menos de dos semanas después de votar, a los catalanes les espera una segunda ronda de mítines y una nueva cita electoral el 9 de junio. Hace 10 años que en Catalunya no se celebran unas elecciones a la Eurocámara sin ninguna otra contienda electoral y, entonces, la participación fue del 46%.

El director general de comunicación y portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch, remarca que entre las catalanas y las europeas hay un mes de margen: “Habrá tiempo más que suficiente para los partidos políticos, los líderes, los medios, las instituciones, y todas las entidades sociales que nos están ayudando a dar visibilidad a la importancia de las elecciones europeas”.

A nivel de toda la Unión Europea, la Eurocámara confía en una subida de la participación. Desde su oficina en Barcelona destacan que la cifra de encuestados en el último Eurobarómetro con intención de votar a las elecciones europeas es del 71%, nueve puntos más que hace cinco años. Por eso, esperan una participación más grande que en 2019, si bien se muestran prudentes siendo conscientes que estos datos no siempre se trasladan a las urnas.

Pendientes de la participación

Dejando de lado las primeras elecciones que se celebraron con la entrada de España en la UE el 1987, el máximo histórico de participación en unos comicios europeos en Catalunya es del 2019. Estas elecciones coincidieron con las municipales y, además, los dos grandes líderes del independentismo del momento, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, se presentaron a las europeas como un intento de llevar la causa catalana a Bruselas. Votaron casi 3.440.000 personas, un 60,93% del censo. Se superó incluso la media europea de participación (50,66%).

En cambio, en las europeas del 2014 la participación fue del 46,18%. El mínimo histórico es del 2009, cuando menos del 37% de los electores catalanes votaron para elegir representando en el Eurocámara, quedando por debajo de la media europea (43%), según datos facilitados por el Eurocámara.

En los últimos veinte años la participación en las españolas en Catalunya ha estado por encima del 62%. En las catalanas, llegó a máximos históricos el 2015 (77%) y el 2017 (79%), pero en las últimas se rebajó y el pasado 12 de mayo se situó entorno al 58%. El mínimo en 20 años fue en 2006 con un 56% de participación.

Candidatos de los partidos catalanes

En las elecciones europeas la circunscripción electoral es única en todo el Estado, con lo cual los ciudadanos votan las mismas listas de candidatos en todas las ciudades y comunidades autónomas. En el Estado hay 33 candidaturas y la mayoría de los grandes partidos están adscritos a un grupo europarlamentario del cual formarán parte una vez se renueve la cámara.

En estas listas están los siguientes candidatos principales de los partidos catalanes: Toni Comín (Junts), Diana Riba (ERC), Javi López (PSC), Jaume Asens (Comuns) Jordi Cañas (Cs), Dolors Montserrat (PP) y Jorge Buxadé (Vox). Excepto Asens, todos buscan revalidar su cargo como eurodiputados, en el caso de López, por tercera vez.

En las últimas elecciones europeas, la candidatura de Junts encabezada por Puigdemont ganó en Catalunya con casi un millón de votos. El PSOE quedó en segundo lugar con el 22% de los votos, ERC el tercero (21%), cuarto Ciutadans (8,2%), Unidas Podemos con Ernest Urtasun quinto (8,4%) y el PP sexto (3%). Vox obtuvo poco más de un 1,2% de los votos en Catalunya, un resultado con el cual no hubiera obtenido representación si la circunscripción no fuera única.

El panorama político catalán cinco años después es bastante diferente, si bien los electores no votan igual en las diferentes contiendas electorales. De todos modos, en 2019 gobernaban Junts y ERC con Quim Torra al frente, mientras Ciutadans lideraba la oposición gracias al apoyo de más del 25% de los votantes y los socialistas eran la cuarta fuerza.

En las elecciones del 12-M de este 2024, el PSC se impuso con casi el 28% de los votos, Junts quedó segundo con el 21,6%, y ERC tercero con el 13,6%. Ciutadans ha desaparecido de la cámara, puesto que obtuvo menos de un 1% de votos.

Negociaciones entre mítines

El calendario para la constitución del Parlament de Catalunya no deja margen a los partidos para aparcar las negociaciones mientras piden el voto para entrar en el Parlamento Europeo. La fecha máxima para constituir la Mesa de la cámara es el 10 de junio, es decir, el día siguiente a las elecciones, de forma que los partidos ya asumen que tendrán que combinar ambas cosas porque “el calendario es el que es”.

Después de la victoria a las elecciones catalanas el PSC se prepara para encarar unas negociaciones en las que confía convencer a las otras formaciones para facilitar la investidura de Salvador Illa como nuevo presidente de la Generalitat. Los socialistas son conscientes de que sus opciones pasan o bien para conseguir el apoyo de Junts -suman 77 diputados- o bien con los votos tanto de ERC como de los comuns, que llegan justo a la mayoría absoluta, con 68 escaños.

Precisamente por eso quieren hablar con todos los partidos, menos con los de la extrema derecha, pero no quieren ponerles prisa. Ya ha habido unas primeras tomas de contacto, pero los socialistas quieren dar tiempo a sus interlocutores para “digerir y reflexionar” sobre los resultados, especialmente a partidos como ERC, a quien la bajada en escaños ha abocado a una renovación de dirigentes.

Desde Junts+ prevén que la campaña de las europeas sea “un instrumento de la negociación”, pero aseguran que habrá contactos en las próximas semanas. “No estará todo parado”, afirman. Fuentes de la candidatura señalan que “combinarán las dos cosas” y trabajarán por la “unidad independentista” para formar Gobierno encabezado por Carles Puigdemont, que promete “luchar todas las opciones” para su investidura (que requeriría la abstención del PSC). De momento, son el mismo Puigdemont y el secretario general Jordi Turull quienes están gestionando los primeros contactos.

Cómo en la negociación de la investidura de Pedro Sánchez, Carles Puigdemont se ha conjurado a hacerlo desde la “máxima discreción”, con “pocas personas” participando de las conversaciones, evitando las “especulaciones” y haciendo públicos solo los eventuales acuerdos. En su equipo son conscientes tanto del momento delicado que atraviesa ERC, en quien centrarán los esfuerzos, como de las incógnitas para resolver en las elecciones del 9 de junio.

Situación delicada en ERC

Los republicanos mantienen que son PSC y Junts quienes tienen que negociar, y que ellos irán a la oposición. Los anuncios del presidente del Govern en funciones y cabeza de lista al 12-M, Pere Aragonès, de abandonar la política, y de la decisión de la secretaria general del partido, Marta Rovira, de dejar el cargo después del congreso del 30 de noviembre, han precipitado una crisis interna que también afectará a las negociaciones. Será Rovira quien liderará las conversaciones, si bien también ERC someterá a la militancia la posición del partido sobre una eventual investidura. A su vez, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, dimitirá temporalmente del cargo después del 9-J, pero analizará si tiene suficientes apoyos internos para presentarse a la reelección.

Los resultados del 12-M sitúan a ERC en una posición débil pero también clave en la hora de constituir la Mesa y el Parlament, y formar gobierno. En Calabria reiteran que irán a la oposición y que corresponde a PSC y Junts explorar acuerdos. ERC, pero, no tiene incentivos para repetir unas elecciones en otoño donde ahora mismo tendría que buscar cabeza de lista. El adiós de Aragonés se traduce también en un ‘no’ para ser candidato. Y Junqueras, incluso en el caso remoto de ser aún presidente de ERC, duda estar amnistiado entonces. El exlíder en Madrid Joan Tardà apuntaba hace unos días que había que investir Illa para evitar unas nuevas elecciones, e ir a la oposición. Una estrategia que parece que cada vez coge más fuerza en Calabria.

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