El Govern de la Generalitat ha declarado la emergencia por sequía, una situación sin precedentes, que tendrá efecto a partir de mañana viernes, y que afectará a 6 millones de personas de las áreas de Barcelona y Girona, cuyo consumo quedará limitado a un máximo de 200 litros por habitante y día.
Así lo han anunciado en rueda de prensa tras la comisión interdepartamental de sequía el propio presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el conseller de Acció Climàtica, David Mascort.
"No nos habíamos enfrentado nunca una sequía tan larga desde que existen mediciones de lluvia. Arrastramos tres años en los que no llueve como el país necesita", ha justificado Aragonès, quien ha defendido el "trabajo" y la "inversión" para mitigar los efectos y retrasar hasta 15 meses la entrada en emergencia.
Especialmente preocupante desde el inicio del plan de sequía ha sido la situación del sistema Ter-Llobregat, el sistema de pantanos, acuíferos, desalinizadoras y plantas de potabilización más importante de Catalunya, pues abastece a 202 municipios del área metropolitana de Barcelona y la parte sur de la provincia de Girona, donde viven seis millones de habitantes.
La fase de emergencia es la más grave de todas y tiene tres estadios: En el primero, las dotaciones de agua se reducen a 200 litros por habitante y día para todos los usos (comercial, industrial, lúdico o personal), y en los estadios dos y tres descienden a 180 y 160 litros, respectivamente, al tiempo que se incrementan otras restricciones.
Así, entrar en emergencia implica que se reduce en un 80% el riego agrícola, en un 50% el de ganadería y en un 25% el industrial, el mismo porcentaje que se aplica para usos recreativos.
También que en la limpieza de espacios urbanos, queda prohibido el uso de agua potable salvo si es para un accidente o incendio, pero sí que se permite el uso de agua regenerada o freática.
Tampoco se puede lavar el coche excepto en establecimientos dedicados a esta actividad, que tienen circuitos de recirculación de agua.
Por otro lado, quedará prohibido el llenado total o parcial de todo tipo de piscinas, lo que incluye a las de hoteles y cámpines, aunque en las fases de emergencia I y II habrá excepciones.
Así, se permitirá el rellenado parcial de las piscinas cubiertas inscritas en el censo de equipamientos deportivos de la Generalitat y de las piscinas descubiertas de uso durante todo el año para la práctica deportiva federada.
Hoteles y cámpines ya están tomando medidas para en su caso rellenar sus piscinas con agua de mar de forma que no vean afectadas sus próximas temporadas de Semana Santa y verano.
Por último, queda prohibido el uso de agua para el riego de jardines y zonas verdes, tanto privadas como públicas, excepto si es para la supervivencia del arbolado o jardines botánicos públicos siempre que se haga con aguas regeneradas o freáticas, como ya hace el Ayuntamiento de Barcelona.
¿Debe llevarse agua desde Tarragona a Barcelona?
Si se agudiza y cronifica la situación de sequía, entre otras medidas sobre la mesa está la de contratar barcos cargados de agua que la lleven hasta el Puerto de Barcelona procedentes de zonas como Tarragona.
Y es que unos 70 municipios tarraconenses resisten porque dependen del agua del río Ebre desde que en los años 80 se hiciera el minitrasvase, gestionado por el Consorci d’Aigües de Tarragona (CAT). Son 69 los ayuntamientos y 26 las industrias que están consorciadas.
En datos, el pantano de Siurana (Priorat) está al 3,34% de su capacidad y el de Riudecanyes (Baix Camp), al 2,88%.
Por el contrario, el de Riba-roja d’Ebre está al 83,9% y el de Mequinenza al 81,3%. Las cifras ilustran el contraste entre los embalses de la Conca de l’Ebre, llenos, y los de las cuencas internas, que padecen una grave sequía que ya se prolonga más de tres años. De igual manera, en Tarragona también se vive un contraste entre zonas como el Priorat o el Baix Camp, con más problemas hídricos, y el litoral.
En este contexto Tarragona, de momento, no debe cerrar el grifo estrictamente porque se abastece del Ebre. Sin embargo, esta situación puede llevar a la provincia a convertirse en la solución para la falta de agua en las zonas afectadas por la emergencia.
El conseller Mascort ya anunció en noviembre que la Generalitat junto con la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), trabajaban en la posibilidad de transportar agua a Barcelona desde Tarragona o Marsella, y reconocía que hacerlo desde Tarragona es la opción más fácil.
Sin embargo, éste es un temor expresado por la Plataforma en Defensa de l’Ebre (PDE), que entiende que no es la solución para la sequía y que ésta debería ser la última de todas las acciones, ya que en otras ocasiones, como en 2008, se demostró del todo inefectiva. «Antes hay mucho recorrido que hacer para ahorrar agua y no tener que llegar a este escenario, aunque no llueva a corto plazo», afirma la portavoz de la Plataforma, Susanna Abella.
Reunión este lunes
Por el momento, el conseller Mascort ha anunciado que se reunirá el lunes en Barcelona con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, con la que tratará la declaración de emergencia por sequía en Catalunya y su “colaboración” para llevar agua a Barcelona si se agudiza la situación.
“El lunes hablaremos con la ministra y estoy seguro de que tiene toda la voluntad de encontrar la fórmula para que, si hay que traer agua (a Barcelona), se traiga”, ha señalado el conseller Mascort en rueda de prensa junto al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
“Si hace falta traeremos agua con la colaboración del ministerio”, ha reiterado el conseller.
Según Mascort, tanto él como la administración central coincidirían en que “si hay que traer el agua no es tan relevante de dónde viene sino el hecho de que si hace falta agua, el agua vendrá“.
Desde la entrada en fase de preemergencia, el conseller Mascort ya adelantó que entre otras opciones que están sobre la mesa es que si la situación no mejora está la de llevar barcos de lugares como Tarragona, aunque después matizó que también podría ir desde otro sitio.
Mascort ha dejado claro hoy que solo se daría esa opción “llegado el momento” y como “solución de emergencia” para que puedan seguir funcionando algunos equipamientos, y ha dicho que sobre esa posibilidad “hace tiempo” que están trabajando con las compañías navieras”.