Adif ha iniciado esta semana las pruebas en las vías de alta velocidad en La Sagrera para que los trenes del corredor entre Barcelona y la frontera francesa pasen por su interior por una de las vías -la del lado mar- antes de finalizar el año. Además, se habilitarán cuatro de las diez vías en la Zona de Tractament Tècnic de Trens (ZTTT), que de momento solo estarán disponibles para estacionar los trenes, pero que ya servirán para descongestionar la estación de Sants. A partir de 2026, está previsto que la otra vía entre en servicio, así como la totalidad de la ZTTT, destinada a la limpieza y avituallamiento de los trenes. La Sagrera, sin embargo, aún no estará abierta a los viajeros ya que todavía queda por definir el proyecto de la arquitectura interior de la estación.
La zona destinada a la alta velocidad se encuentra situada en la parte superior de la futura estación de La Sagrera, por encima del vestíbulo y de los andenes de Rodalies, localizados en la parte inferior y por donde ya circulan los trenes desde 2020, en el caso de la R1, y desde 2022, en el caso de la R2 y R11, respectivamente, aunque no se detienen en ella. Ahora, antes de que termine el año, Adif mantiene la previsión de lograr el tercer gran hito de la construcción de la nueva estación, haciendo que los trenes de alta velocidad del corredor hacia Girona y Francia pasen por el interior y dejen de hacerlo a cielo abierto, como hasta ahora.
De momento, solo será en una de las vías, la del lado mar, y esto hará que hasta que no esté construida la del lado montaña, previsiblemente en 2026, se mantenga la circulación por vía única entre la estación de Sants y Mollet para los trenes de alta velocidad que entren o salgan de Barcelona desde el norte. Una vez las dos vías pasen por el interior, también entrarán en servicio las diez vías de la ZTTT, donde se podrán realizar las tareas de limpieza, catering y gestión de tripulaciones.
Esta zona está situada en el extremo más al norte de la futura estación y separada de los ocho andenes que en un futuro, con fecha aún por determinar, darán servicio a los viajeros.
Las pruebas que se iniciaron el lunes y se extenderán hasta este viernes consisten en el paso de hasta dos locomotoras de más de 110 toneladas y dos vagones con 80 toneladas más de carga. Se trata de la primera vez que circulan vehículos ferroviarios por el tercer piso de la estación. El objetivo es confirmar mediante 217 puntos de medida de alta precisión que la estructura es estable y soporta el paso de la carga de los trenes.
“Es una prueba para ver que realmente la estructura se comporta como queremos, que tiene los desplazamientos que debe tener una vez la cargamos”, ha detallado el jefe de construcción de la estación de La Sagrera, Alberto Alcañiz. El responsable de los trabajos ha explicado que después será necesario tramitar la documentación correspondiente con la Agencia de Seguridad Ferroviaria, y el siguiente paso, en octubre, será probar el sistema de señalización ERTMS.
Según los responsables de la obra, los niveles de ejecución de los trabajos contratados para La Sagrera se sitúan en torno al 70%. Cuando los trabajos estén finalizados, la denominada ‘Estación de Estaciones’ acogerá los servicios de alta velocidad, Cercanías, larga y media distancia, metro y los autobuses urbanos e interurbanos.
Descongestionar Sants
Alcañiz ha destacado que con la entrada en servicio de cuatro vías de la ZTTT se permitirá descongestionar un poco la estación de Sants, actualmente al límite tras la liberalización de la alta velocidad y la entrada de nuevos operadores. “Con el éxito de la liberalización, ahora tenemos muchísimos más trenes”, ha añadido el responsable de las obras. De momento, las cuatro primeras vías servirán para que los trenes puedan estacionar y se habilitará una zona para los maquinistas, pero no se realizarán tareas de limpieza ni se cargará el catering.
Alcañiz ha explicado que la obra ferroviaria ya estará finalizada en 2026, con toda la estructura que aún queda por ejecutar completada y con las diez vías de la ZTTT en marcha y cumpliendo su función. A más largo plazo, y fuera de la estación, está prevista la construcción de un nuevo taller de mantenimiento en Sant Andreu y tener un equipamiento en cada extremo de la línea para unos trenes de alta velocidad que requieren una revisión cada 5.000 kilómetros.