La línea de muy alta tensión (MAT) proyectada para unir centros productores de energía en Aragón con Barcelona y que pasaría por diferentes localidades del Baix Penedès presenta ahora otra amenaza para la comarca con un ramal que desde La Bisbal del Penedès llegaría a la subestación de Vilanova.
El primer proyecto ya se topó con el rechazo de todos los municipios del Baix Penedès. Y el ramal que se ha conocido ahora genera también oposición por el impacto que tendría, especialmente para La Bisbal, Llorenç, Banyeres y Bellvei.
Ese ramal tendría 20,8 kilómetros en los que habría 52 torres de hasta 60 metros de altura para sostener el cableado de 400 kv. El proyecto está en exposición pública, para lo que hay un periodo de alegaciones. Los ayuntamientos facilitan a los vecinos la presentación de alegatos, para lo que hay tiempo hasta el 18 de marzo.
El proyecto de ramal lo presenta la misma empresa que pretende tender una línea MAT desde Aragón a Barcelona con un tendido de 180 kilómetros y que en el Baix Penedès ya pasaba por 15,3 kilómetros afectando a zonas de interés natural, agrícola, paisajístico y urbanas.
Priorat
El nuevo tendido que desde La Bisbal iría a buscar la subestación de Vilanova afectaría especialmente al núcleo urbano del Priorat de Banyeres. El Grup Ecologista del Vendrell (Geven) señala que las torres quedarían a escasos 60 metros de las casas y de masías aisladas como Cal Pruset, La Casa Murada, Can Catà o Mas Jover. Pero también de elementos de patrimonio arquitectónico como La Casa Murada, declarada Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) por su valor arquitectónico y arqueológico.
Además afectaría a los yacimientos de Can Canyís y de Masies de Sant Miquel, ambos BCIN y este último considerado como la gran ciudad íbera por destapar y para el que hay grandes expectativas por su valor histórico y turístico.
Los ecologistas del Geven añaden que los dos tramos de MAT en el Baix Penedès «afectan en el 88% de su recorrido a suelos con protección especial y de interés agrario y paisajístico», como terrenos de asentamiento del águila perdicera, catalogada en peligro de extinción en Catalunya.
Rechazo
Frente al proyecto de la línea entre Aragón y Barcelona, los municipios y el Consell Comarcal del Baix Penedès ya mostraron una fuerte oposición por un impacto que, además de la afectación inmediata, hipoteca cualquier otro posible desarrollo de turismo interior basado en el medioambiente, la agricultura ecológica o la sostenibilidad que pueda pretender la zona.
En los diferentes municipios ya se han organizado charlas informativas sobre el proyecto y la afectación que tendría la línea y el ramal presentado ahora. En este sentido, también se reclama una decisión firme de las administraciones locales para oponerse al proyecto.
Diferentes partidos llevarán a los plenos de los municipios tanto de la costa como del interior mociones de rechazo al proyecto ya que consideran que el impacto será a nivel de comarca.
El tendido de la línea de muy alta tensión muestra también una nula planificación de la generación de energía que permite que puedan presentarse proyectos para trasladarla desde el punto de generación a centenares de kilómetros de distancia. En este sentido los ecologistas señalan la necesidad de generar la energía cerca de los puntos de consumo.