El castillo de El Catllar se alza sobre los restos de un poblado fortificado a la edad del hierro en una colina que domina uno de los meandros del río Gaià.
Aunque la documentación escrita sitúa sus inicios en el siglo XI, momento en que el río fue frontera entre los condados catalanes y el reino de Al-Andalus, los orígenes de la fortificación se encontrarían en época musulmana o incluso anterior, según las excavaciones arqueológicas.
La estructura que se observa actualmente es el resultado de su crecimiento a partir de una muralla y torre primigenias a las que se van añadiendo dependencias, principalmente entre los siglos XIII y XVI.
El señorío del castillo y de la villa a su alrededor, permaneció en manos de los Montoliu hasta 134, en que fue adquirido por Pere de Requesens. Su hijo Berenguer lo vendió en 1351 a Bernat de Olzinelles, tesorero y consejero del rey Pedro III el Ceremonioso. Por matrimonio de su nieta pasó a Queralt, tras los Pallars y finalmente a los Queralt, que en 1599 se convertirían condes de Santa Coloma.
El castillo es de planta casi triangular y cuenta con dos fosos, en los lados a proteger de la fortificación.
La fachada principal tiene una longitud de 54 metros y a sus extremos lucen dos torres de planta rectangular: la norte de final del siglo XI y 17 m de altura; la sur, construida en el siglo XIV de 16 m de altura.
En el interior se articula a partir de un patio central, alrededor del cual se organizaban las diferentes dependencias dedicadas a la transformación y almacenamiento de los alimentos (silos, horno de pan, tienda y molino de aceite, pozo, cisterna, bodegas, etc).
En el año 2002 el Ayuntamiento de El Catllar adquirió la propiedad del edificio, hasta entonces de titularidad privada, e inició los trabajos de excavación arqueológica en su interior y posteriormente los de su recuperación y consolidación. Se ha recuperado un edificio histórico emblemático para la población, convertido además ahora en sede del Centro de Interpretación de los castillos del Baix Gaià.
Asimismo el castillo forma parte de la Ruta de los Castillos de Frontera, promovida desde la Dirección General de Turismo del Govern de la Generalitat de Catalunya. J. BORONAT