Los buses Reus-Sant Vicenç complementarios al tren arrancan puntuales pero con pocos pasajeros

En las tres primeras expediciones, muchos viajeros han seguido optando por el desvío ferroviario: «Esperaré unos días a ver si los autocares son ventajosos y decidiré». El transbordo genera reticencias

Los primeros autobuses del servicio complementario directo de Renfe para el trayecto Reus-Sant Vicenç de Calders, implantado dos semanas después del corte de vías por las obras de Roda, han partido la mañana de este 17 de octubre desde la estación de tren de Reus sin incidencias, puntuales pero con pocos pasajeros.

El dispositivo se lleva a cabo con tres autocares de 55 plazas por cada franja horaria. Por la mañana, las salidas son a las 5.30, las 6.10 y las 7.55 h, coordinadas con los trenes, de lunes a viernes.

En la primera expedición, puntualísima, han subido a bordo unos 25 pasajeros y en la segunda, la de las 6.10 h, –igualmente en hora– han sido alrededor de 15, así que dos buses se han retirado vacíos cada vez. A las 7.55 h otros 15 viajeros, aproximadamente, han elegido el autocar. Y uno de los dos vehículos sobrantes ha recogido entonces excepcionalmente a rezagados, «teniendo en cuenta que es el primer día».

Los usuarios que siguen apostando por el tren han sido más, aunque este registre demoras.

Entre los viajeros, desconocimiento y muchas preguntas: «¿Se mantienen también los trenes o solo hay autocares? ¿Cuál es la ventaja de coger el autobús? Y el fin de semana, ¿cómo funciona? ¿De qué manera se paga?». En la estación de tren se ha desplegado personal de información que se emplea en atender peticiones y dudas.

«En mi caso, creo que el bus no es demasiado útil. Aunque logre llegar antes a Sant Vicenç de Calders, ¿tendré que esperar allí al mismo tren?», planteaba el pasajero Athmane Toualbia, que acude cada día a trabajar a Barcelona. «Quiero ver qué tal va estos días y después decidiré», señalaba.

«Todo ha sido puntual»

Y otro usuario, Jaume Gibert, explicaba su caso: «Voy a probar el bus. El tren tarda más desde que hay obras. Yo trabajo en Cubelles y en Sant Vicenç siempre tengo que hacer el cambio de regional a la R2 de Rodalies. Así que espero que me sirva». El billete es el mismo para tren y bus. El trayecto por carretera se ha calculado en unos 40 minutos.

Y parece que está siendo así. Ya desde Sant Vicenç, Gibert confirmaba que «todo ha sido bastante puntual. Hemos salido a las 6.10 y hemos llegado a las 6.50 h. El tren que ha salido a la misma hora no llegaba hasta las 7.15 h porque iba con retraso. Con el bus, puedo alcanzar a coger la R2 que sale a las 6.59 h, mientras que en tren, actualmente, debía coger el que sale 30 minutos después, a las 7.29 h, y llegaba más tarde a Cubelles». «Si no hay novedad, probablemente haré los trayectos en autocar», concluía.

Juan Manuel Gómez, que también se ha montado en uno de los autobuses complementarios esta mañana, valoraba la «fiabilidad» del dispositivo. «En el tren, no sé que averías me puedo encontrar y cada día es una aventura. Espero que el bus no falle tanto». E Imma Satorras, que también decidía viajar por carretera, exponía que necesitaba «llegar pronto a Barcelona» y confiaba en que «en autocar será mejor».

La estación de tren de Reus se ha preparado para recibir a los buses reservando espacio de parada y giro, y en la acera frente a la entrada se han colocado postes informativos con los horarios. Los autocares son una reivindicación de la ciudad, que arrancó el plan alternativo de Renfe solamente con trenes desviados por Picamoixons y ha visto como, desde el inicio, estos acumulaban importantes retrasos.

Sin embargo, su puesta en marcha ha generado reticencias en muchos pasajeros, que continúa prefiriendo el tren principalmente para esquivar los transbordos. Es el caso de Sergi Llevat, de Castellvell: «Mi señora tiene que ir mañana a Barcelona y hemos mirado todas las opciones. Seguramente optará por el tren para ahorrarse los transbordos. Lo tomará a una hora razonable y listo. Además, el bus puede fallar».

También Maria Antònia Garcia, vecina de Almoster, escoge el transporte ferroviario: «Voy al médico y, para mí, es preferible tardar un poco más que tener que hacer transbordo».

«La gente no lo sabe»

Desde la plataforma Dignitat a les Vies constataban hoy que «muchas personas no se han enterado» de la puesta en marcha de los autobuses. Y señalaban el inconveniente de que los autocares «salen a la misma hora que los trenes y enlazan, en teoría, con esos mismos trenes». Apuntaban «composiciones cortas» y trenes desbordados.

«Aún no tenemos feedback, pero nuestra opinión es matizada: consideramos que lo que debe ocurrir es que los servicios ferroviarios previstos se cumplan y la gente no se vea obligad a hacer transbordo. Como solución de emergencia, la de los buses es satisfactoria», comenta Daniel Pi, portavoz de la Associació per la Promoció del Transport Públic (PTP).

«El tiempo de viaje en tren debía situarse en la línea de las dos horas y, estas semanas, ha sido de dos y media, cosa que no debería pasar con estas distancias. Ha habido retrasos considerables, del orden de 30 minutos o más», añade Pi.