Un hombre se arrastra en una estación de tren de Tarragona por la falta de accesibilidad | VÍDEO
El ascensor de Sant Vicenç de Calders lleva meses estropeado
Carlos Correa, de Tenerife, pasa unos días en Barcelona y quiso ir a saludar a su sobrino que vive en El Vendrell. Correa va en silla de ruedas.
Para mayor agilidad decidió, junto unos familiares, coger el tren en la estación de França de Barcelona, y ahí ya empezaron los problemas de la falta de sensibilidad en la previsión de adaptar infraestructuras.
«No llegaba ningún tren adaptado para poder subir con la silla», explica. Cuando ya dejó pasar varios, a la espera de si llegaba alguno que respondiera a sus necesidades, decidió subir a uno.
«Eran las cuatro de la tarde y me dijeron que el próximo tren adaptado llegaría a las siete. No iba a esperar todas esas horas», relata. Eso sí, «me aseguré de que en la estación de Sant Vicenç habría ascensores». Previsiones que debe tener las personas con movilidad reducida, pero que en su caso no le sirvieron de demasiado.
Ascensores estropeados
Es cierto que en la estación de Sant Vicenç hay ascensores. Pero están estropeados. «Otros usuarios del tren me dijeron que llevan un mes así». Carlos Correa explica que, de tres ascensores, dos no funcionaban. «Y uno de esos era precisamente el que yo necesitaba».
El hombre se enfrentaba a unas escaleras para bajar al paso subterráneo y cruzar las vías. Y luego a las correspondientes escaleras para subir al andén y salir de la estación.
«Para bajar es más sencillo. Mi familiar me ayudó». Pero para subir escaleras, la situación es más complicada. Correa no tuvo reparos. Se tiró al suelo y se arrastró, peldaño a peldaño, como pudo, ante la indignación del resto de usuarios que presenciaron la escena. Y todo ello en una estación que en octubre espera la llegada de miles de usuarios a diario por las obras en el túnel de Roda.
Mucha gente no puede hacerlo
«Yo no tengo problemas en tirarme al suelo y arrastrarme, pero otras muchas personas en silla de ruedas no pueden hacerlo. ¿Qué hubiesen tenido que hacer en mi caso?».
Carlos Correa ha compartido la situación en la red social y su caso ha generado una oleada de indignación. Y es que usuarios de esa estación señalan que las averías en esos ascensores son muy habituales.
El hombre lamenta también la respuesta que recibió por parte del personal de seguridad, que le explicó que no podían ayudarle por indicación de su empresa porque, en el caso de tener un accidente por caer de la silla, acabarían siendo ellos los responsables.
«Me dijeron que cogiese un tren de regreso a Calafell y que allí me subiera a otro de regreso en Cercanías que para en un andén que no necesita de escaleras para salir de la estación».