El candidato socialista en Tarragona, Rubén Viñuales, y su colega de ERC y actual alcalde, Pau Ricomà, parecen haberse rapado al cero para convertirse en Jesús Hernández Cifuentes, el genial cantante de Celtas Cortos y entonar su emblemática canción Cuéntame un cuento.
Es fácil imaginarlos a ambos, y a sus respectivos jefes de campaña, animando a todos y cada uno de los tarraconenses a que coreemos a voz en grito «Cuéntame un cuento/y verás que contento/me voy a la cama/y tengo lindos sueños».
Porque la interminable retahíla de proyectos urbanísticos, con sus respectivos ‘renders’, que han presentado ambos partidos parece un cuento, una interminable carta a los reyes magos (perdón Papá Noel para los de ERC), una sucesión casi tan larga como la de los monarcas godos.
Pero no seamos desconfiados, no recordemos la tan penosa costumbre pelacanyera de que los múltiples proyectos para el Banco de España, la Tabacalera, el antiguo preventorio de la Savinosa, la fachada marítima, la Quinta de San Rafael... quedan siempre en el olvido. Por una vez, y sin que sirva de precedente, creámosles. Que ya van muchos días de promesas. Lo dicho: Cuéntame un cuento/que todavía no es tarde./Cuéntame un cuento/que la noche (la campaña) está que arde. Estos son los proyectos de PSC y Esquerra, explicados por ellos mismos.
Los socialistas tarraconenses proponen, por ejemplo, convertir la zona portuaria en la Rambla del Mar, peatonalizar el primer tramo de la Rambla Nova, «pacificar» las calles Unió y Apodaca, transformar la Avinguda Tarradellas con más espacio para los peatones y un nuevo carril bici y convertir la zona de la CLH y el polígono Francolí en un distrito tecnológico.
Rambla del Mar
El primero de esos proyectos no depende en exclusiva del consistorio. Habría que liberar 20.000 m2 de espacio ferroviario para que la calle del Mar se convirtiera «en el centro neurálgico del barrio del Port». La idea es dotar a la zona de actividad económica, cultural y patrimonial con la creación de «una nueva ruta del barrio del Port como escenario de la vida romana de Tarraco, que comportaría la recuperación de las termas de Sant Miquel y la Font dels Lleons».
Según la nota de prensa del PSC, «este nuevo itinerario patrimonial, que conectaría el Teatro Romano con la Necrópolis, serviría para explicar la entrada a la capital romana de Hispania desde el mar y su actividad portuaria».
Peatonalización y Ponent
El PSC propone también peatonalizar el tramo de la Rambla Nova más cercano al Balcó. Explica Viñuales: «Las y los socialistas queremos crear una vía comercial que una la Part Alta con el barrio del Port. Esta iniciativa tiene el objetivo de potenciar el comercio tarraconense, peatonalizando y pacificando las calles del centro de la ciudad para llenarlas de locales de proximidad y zonas verdes. Como ciudad, conseguiremos un centro comercial abierto lleno de comercios de proximidad con zonas verdes y en el que la ciudadanía será la máxima protagonista». Suena mucho al ‘modelo Reus’.
Más promesas urbanísticas: conectar los barrios de Campclar y Bonavista con la «dignificación de la Avinguda Tarradellas y la creación de una nueva zona verde entre la Anella Mediterrànea y la calle Riu Llobregat». La avenida se transformaría «en un vial con más espacio para peatones y para bicis, que acabe de conectar el carril bici junto a la Anella».
Distrito tecnológico
Aún más ambicioso es el proyecto de emular a Barcelona y crear un distrito tecnológico en la zona de la CLH y el polígono Francolí «para impulsar la innovación y el emprendimiento digital en la ciudad. Tarragona debe avanzar y crecer de forma alineada con los objetivos compartidos por toda la Unión Europea, transición energética y transformación digital, para convertirse en una ciudad del siglo XXI, conectada en el mundo y responsable con los retos globales», sentencia Viñuales.
Las promesas urbanísticas y ‘renderizadas’ de ERC van desde cohesionar Campclar y Bonavista con un nuevo complejo educativo a instalar carriles bici a diestro y siniestro. Por ejemplo, uno que una Tarragona y Altafulla y otro que conecte la Avenida Andorra con el Hospital Joan XXIII y Sant Pere i Sant Pau.
Nuevo complejo educativo
«La Avinguda del President Tarradellas pasará a ser una avenida llena de vida, como también pasará con la calle Riu Llobregat, y esto lo conseguiremos con la construcción del nuevo Complex Educatiu. Esta zona tiene muchas más virtudes y menos inconvenientes que allá donde está ahora», aseguró a principios de mes el alcalde y aspirante a la ser reelegido, Pau Ricomà.
La idea es que el traslado del Complex Educatiu a este espacio «permitirá llenar un inmenso agujero vacío que existe ahora con un equipamiento formativo con vocación de zona verde y donde se generó mucho dinamismo educativo», según los republicanos.
Transformar la zona del Francolí
En la web de campaña de Esquerra se propone «cohesionar el Centro con Ponent a través de diversas acciones y avanzar para dejar atrás esta cicatriz urbanística que acaba siendo económica, social y cultural». ¿Cómo? Transformando la N-340 y la T-11 en avenidas y ampliando el puente del Francolí, aparte de modificar el barrio de la Horta Gran y ampliar el parque fluvial del Francolí. Y, como no, instalar un carril bici junto a la T-11 entre la Floresta, Albada y Parc Riu Clar, con el puente de Santa Tecla y el entorno del hospital Joan XXIII. Y es que los carriles bici son la verdadera pasión de los ideólogos urbanísticos de Ricomà y los suyos.
Más carriles bicis
Dice la web: Sant Pere y Sant Pau quedará conectado con la Avinguda Andorra con aceras anchas y carril bici. Ésta es la nueva propuesta de Pau Ricomà, para mejorar la conectividad entre el barrio cooperativista y el centro de Tarragona.
Para el cabeza de lista de Esquerra «es importantísimo dignificar esta entrada de Tarragona y crear un itinerario seguro para los peatones y los vehículos de movilidad personal hasta Sant Pere y Sant Pau, hacia la Avinguda de los Països Catalans y el Campus Sescelades de la Universitat Rovira y Virgili».
Llevant tampoco se quedaría sin carril bici, por supuesto. Más allá de la polémica en torno al uso de la antigua Ciutat Residencial (será un «albergue de turismo familiar con zona deportiva», dice un folleto de ERC), la idea es crear «un paseo ciclable entre el centro de la ciudad y Altafulla, una ruta mediterránea de cicloturismo y un itinerario sostenible entre los barrios de Llevant, los campings y las playas».