El Institut Català de Finances (ICF) ha formalizado 179,8 millones de euros en el primer trimestre, un 3,1% interanual menos, en préstamos a 234 trabajadores autónomos, pymes, empresas y entidades a través de 308 operaciones.
En rueda de prensa este jueves, su consejero delegado, Jordi Òliva, ha explicado que este volumen de actividad ha contribuido al mantenimiento y creación de 11.342 puestos de trabajo, con unos niveles de actividad "similares" al año pasado.
En comparación con los primeros seis meses de 2021, el número de empresas financiadas ha pasado de 760 a 234 y el número de operaciones de 803 a 308, pero el importe medio por operación ha aumentado un 174%: de 213.000 a 584.000 euros.
De los 179,8 millones, el 68,5% se ha formalizado a proyectos de inversión, el 31,5% a proyectos de circulante, el 19% a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) y el 20% operaciones para financiar vivienda de alquiler social.
Òliva ha explicado que la inversión ha quedado perjudicada por el escenario macro y que la parte de circulante ha tenido más demanda por la parte de crisis de suministro: "La inflación de materias primeras hace que la actividad de cualquier empresa necesita más circulante".
Inversión directa e indirecta
En capital riesgo, la entidad ha comprometido 19 millones de euros en fondos de gestoras de terceros: 15 millones al fondo de Suma Capital destinado a infraestructuras sostenibles y 4 al nuevo fondo de Bonsai Partners.
Ha explicado que debe haber un ecosistema de gestoras de capital riesgo que haga que cualquier iniciativa de capital de startup o crecimiento "rompedor" en Catalunya pueda encontrar una financiación adecuada.
En concreto, en inversión directa se han destinado 4,5 millones a través de los fondos propios de capital riesgo de la entidad, y se han impulsado tres proyectos de empresas emergentes con préstamos participativos de 200.000 euros cada uno.
Tipos de proyectos
Destacan los proyectos de inversión para ampliar la capacidad productiva, adquirir nueva maquinaria e invertir en tecnología más moderna y eficiente, así como los préstamos para financiar gastos y necesidades corrientes de la empresa.
De hecho, cerca del 70% del importe total se ha formalizado a través de las líneas de financiación generales de la entidad, ICF Crèdit y ICF Eurocrèdit, mientras que el 20% se han dirigido a financiar la vivienda de alquiler social, con 62 operaciones.
Por segmentos, el 79,4% de la financiación corresponde a autónomos y pymes, y la industria manufacturera ha sido la más financiada con 42,9 millones de euros, seguida del comercio, el turismo y el transporte, con 36,2 millones de euros, y el sector de la construcción y la obra pública, con 35,5 millones.
Distribución territorial
Òliva ha explicado que la financiación ha sido uniforme en todo el territorio catalán: Barcelona y su área metropolitana acumulan la mayor parte de la financiación con un 55,1% de total, seguida de Lleida (9,4%), Catalunya central (7,5%), Tarragona (7,3%) y Girona (7,2%).
"Haremos más esfuerzo para apoyar a todas las iniciativas territoriales fuera del área metropolitana", ha añadido Òliva, y ha resaltado que Barcelona y el área metropolitana es la única zona de Catalunya donde la actividad de la entidad ha sido inferior a su PIB.
Resultados
También ha destacado que el ICF prevé cerrar el año con unos niveles de actividad similares a los de 2021 y ha dicho que el instituto va bien porque es capaz de generar una "rentabilidad razonable".
"Tenemos buenas cifras de activos, de fondos propios y unos resultados buenos", ha destacado el consejero delegado, ya que hasta junio, la entidad ha registrado un resultado de 11,1 millones de euros y unos activos totales de 2.215,6 millones de euros.
Actualmente, el ICF cuenta con una ratio de morosidad del 7,2%, una ratio de solvencia del 40,1% y una ratio de cobertura del 139,8%, y que Òliva ha tachado de buenas: "Somos conservadores con nuestras políticas de riesgos, somos muy conservadores".