Proponen una tasa de 7,8 euros para todos los billetes de avión

El comité de expertos para la reforma fiscal de España pretende recaudar 952 millones de euros gracias a esta medida

03 marzo 2022 17:06 | Actualizado a 03 marzo 2022 17:12
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

El informe del comité de expertos para la reforma fiscal de España incluye entre sus propuestas la creación de un impuesto de carácter medioambiental que grave la compra de billetes de avión con una tasa de 7,85 euros por pasajero, medida que permitiría recaudar en torno a 952 millones anualmente.

El documento, presentado este jueves, destaca los "importantes costes medioambientales" que genera el transporte aéreo y considera que este tributo facilitaría un descenso del número de pasajeros que hace uso del avión y, al mismo tiempo, aceleraría la transición ecológica en el sector.

En su opinión, el aumento de los vuelos "junto a un limitado desarrollo e introducción de tecnologías no contaminantes" exige "actuaciones correctoras sobre el sector para evitar impactos inasumibles" después de que entre 2009 y 2019 la cifra de pasajeros "prácticamente se duplicara", a lo que se suma que la proyección es que siga aumentando a un fuerte ritmo durante esta década. La proyección del comité de expertos toma como base una tasa de 7,85 euros por pasajero, que se sitúa "en el rango medio de las aplicaciones europeas" y es del mismo importe que el aprobado en Holanda en 2021.

Casi 1.000 millones

Según sus cálculos, el tributo reportaría 952 millones de euros anuales a las arcas del Estado, haría que cayera en un 8,5 % el número de pasajeros (respecto a las estadísticas de 2019, cuando España batió récords en materia de turismo) y las emisiones de efecto invernadero se reducirían en un 5,6 %. La propuesta pretende "incorporar los costes medioambientales a los billetes de avión con objetivos de moderación de demanda", buscando favorecer "el cambio modal en trayectos cortos" -es decir, el uso de otros medios de transporte como el tren- y al mismo tiempo promover "la implantación de tecnologías compatibles con la transición ecológica".

De hecho, el tributo no se debería aplicar sobre vuelos que no generen emisiones directas de gases de efecto invernadero, para lanzar así un incentivo al sector. El informe incluye las conclusiones de diversos estudios que analizan las experiencias existentes en ocho países europeos, y precisa que en algunos casos se han producido "reducciones significativas del número de pasajeros" tras la introducción de este impuesto.

Los "impactos de la propuesta"

"Dada la relevancia de las actividades turísticas en España, el comité recomienda una especial atención a los impactos de esta propuesta, a sus interacciones con la tributación del queroseno de aviación y al uso de parte de la recaudación con objetivos compensatorios sobre dicho sector", reza el documento. Los expertos, además, advierten de que "una parte importante" de los turistas extranjeros que visitan España "ya se ven afectados por impuestos nacionales sobre los billetes de avión" por las tasas ya vigentes en sus países de origen.

Recomiendan, asimismo, acompañar esta medida con "mecanismos compensatorios" dirigidos a los hogares de menor capacidad económica para evitar que esta tasa dificulte su acceso al transporte aéreo, y aconsejan "la devolución parcial del gravamen a los residentes en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla". Según sus estimaciones, extender la bonificación aérea vigente a quienes viven en estas regiones tendría un coste de 32,7 millones de euros. 

Comentarios
Multimedia Diari