Robots magnéticos que se pegan a las tuberías de acero para practicar hidrocortes ATEX (en entornos con atmósferas explosivas), robots de hidrodemolición controlados remotamente para evitar que los restos de derribo puedan impactar en los operarios, trajes con escafandra y suministro de aire para trabajar en espacios confinados sin oxígeno... Lagupres, empresa con sede en Constantí dedicada a los servicios industriales de alta precisión, se adentra en la Industria 4.0.
Entre el presente 2019 y el próximo 2020, Lagupres invertirá unos 3,5 millones de euros en ampliar sus instalaciones en Constantí (donde acaban de comprar la nave de 2.000 metros cuadrados construidos que ocupaban hasta ahora en régimen de alquiler, junto a otras dos naves contiguas de 450 metros cuadrados cada una, hasta alcanzar los casi 3.000 metros cuadrados de superficie útil construida), además de incorporar nuevos equipos robóticos a su maquinaria de trabajo.
Con estas inversiones, Lagupres ampliará oficinas, zona de almacenaje y talleres, pero también afianzará su apuesta por la especialización y la incorporación de las últimas tecnologías en el sector de los servicios industriales.
Robotizar no está reñido con la creación de empleo: la primera línea, la que comporta más riesgos físicos, la ocupa un robot, mientras detrás hay una persona encargada de controlarloCon 115 trabajadores de media (de los cuales 70 son contrataciones fijas en plantilla), una facturación de 10,2 millones de euros en 2018 y una inversión acumulada de 9 millones de euros, el salto hacia la Industria 4.0 no está reñido con la creación de empleo. «Robotizar trabajos -explica Ángel Blanco, gerente y socio fundador de Lagupres- no está representando una reducción de personas, porque donde antes tenías a una persona con una pistola de agua a presión ahora tienes a la misma persona encargándose de montar y controlar el robot».
Este proceso de robotización, que empezó en el año 2012, ha llevado a Lagupres a que cerca de un 80% de los trabajos con agua a alta presión estén hoy robotizados. Sus previsiones son que, en el horizonte del año 2024, el 100% de esos trabajos tengan en primera línea a un robot. Para Ángel Blanco, la clave está en la seguridad: «Un robot no tiene fatiga, no se cansa». En este sector, sufrir un episodio de fatiga (un desvanecimiento, una pérdida de motricidad y control sobre la maquinaria) puede llegar a ser algo muy peligroso.
Sector petroquímico
Aunque el sector petroquímico es su principal área de negocio, su rango de clientes va desde la Administración Pública hasta la industria alimentaria, pasando por la industria siderúrgica, la industria papelera o la industria naval.
Basf, Repsol, Dow Chemical, BP, Air Liquide, Cepsa, Galp, Nissan o Seat son algunos de los nombres destacados que conforman la cartera de clientes a la que prestan servicios, principalmente en el polo petroquímico de Tarragona y en el área metropolitana de Barcelona, aunque también en toda la Península Ibérica y, en menor medida, en Europa.
Fundada en el año 2004 por Cecilio Giménez (hoy jubilado), Javier Bernárdez, Miguel Neiro, Dolors Masdeu y Ángel Blanco en las instalaciones de Redessa en Reus, no fue hasta el año 2010 que se trasladaron al polígono industrial de Constantí, donde Lagupres tiene hoy su sede e instalaciones principales, además de delegaciones en Barcelona y Huelva, con empleados también en el País Vasco.
Entre los servicios industriales que presta están, por ejemplo, trabajos especiales con agua a presión como el hidrocorte de metales, el decapado y saneamiento de superficies, las limpiezas robotizadas de intercambiadores de calor, depósitos, tanques, reactores, autoclaves y columnas, el hidrocorte de hormigón o el hidroborrado de marcas viales. También la extracción de catalizadores y productos pulverulentos, las limpiezas químicas, las limpiezas criogénicas, las limpiezas de alcantarillados y depuradoras o la hidrodemolición.
Por grandes áreas de negocio, de los 10,2 millones de euros facturados por esta empresa el año pasado, un 55% correspondió al área de limpiezas con agua a alta presión, un 40% a trabajos en espacios confinados y el restante 5% a limpiezas químicas, una línea de negocio en la que aseguran que quieren crecer.
Un 40% de su mercado se concentra en el área de Barcelona y el Camp de Tarragona, otro 50% en el resto del Estado y un 10% más en el extranjero, principalmente Francia. Pero «el objetivo -adelanta Ángel Blanco- es internacionalizar más la empresa», con la vista puesta en el mercado alemán.
Lagupres acaba de adquirir la nave de 2.000 metros cuadrados que hasta ahora ocupaba en régimen de alquiler, además de 900 metros más de naves contiguas¿Por qué Alemania? Porque allí está el mercado natural de Lobbe, la multinacional alemana de servicios industriales que en 2018 adquirió el 45% de Lagupres con el compromiso de adquirir otro 27,5% en el plazo de cinco años y el restante 27,5%, hasta hacerse con el 100% del capital de la sociedad, en cinco años más.
- Grupo Berako En 1995, la sociedad vasca Grupo Berako adquiere Hidrolin, empresa de servicios industriales con sede en Perafort. Unos años después, en 2003, Abengoa adquiere Grupo Berako, donde está incluida la empresa Hidrolin.
- Lagupres En 2004, un grupo de emprendedores surgidos de Hidrolin deciden fundar Lagupres, con sede en Reus e instalaciones en Redessa 1 y Molins de Rei, para prestar servicios industriales especializados. En 2005 se trasladan a Redessa 2 y empiezan a trabajar con clientes como Repsol. En 2010 se ubican en el polígono industrial de Constantí, para recalar en sus actuales instalaciones, en ese mismo polígono, en el año 2014.
- Lobbe En 2018, la multinacional alemana Lobbe adquiere un 45% del capital social de Lagupres, con el compromiso de comprar otro 27,5% en el plazo de cinco años y el restante 27,5% en cinco más.
Sin embargo, no se trata en ningún caso de una absorción, según explica Ángel Blanco, que asegura que Lagupres seguirá funcionando como empresa autónoma. Aunque, eso sí, con la fuerza que le da tener entre sus socios a una multinacional que factura 320 millones de euros al año y emplea a 1.200 personas solo en el negocio de las limpiezas industriales.