La cesta de la compra sigue siendo el talón de Aquiles de la macroeconomía, y también del día a día de los ciudadanos, que ven que el precio de los alimentos sigue sin aflojar. La inflación interanual de los productos básicos cerró enero en el 7,4% una décima más que diciembre de 2023, según el indicador definitivo del INE. En apenas un mes, los productos del supermercado han subido medio punto, especialmente el pescado y el marisco, las legumbres y hortalizas y el aceite.
Este grupo de alimentos es el que más se distancia de la inflación media de la economía. Incluso contando con que el IPC ha subido en el primer mes del año hasta el 3,4%, tres décimas más en su tasa interanual.
En la demarcación de Tarragona, el IPC se sitúa en el 3% tras crecer un 0,4%. Los alimentos lideran las subidas, con el 6,2%. En el conjunto de Catalunya, la inflación queda en el 3,3%, y el aumento registrado de los alimentos es del 7%.
La adquisición de productos básicos en el conjunto del Estado ha dibujado una evolución mucho más inflacionista que el resto de bienes y servicios desde el inicio de la guerra de Ucrania, hace ahora 24 meses, ante la escalada de las materias primas como el petróleo y el gas.
En 2023, el Gobierno decidió rebajar el IVA de algunos productos básicos desde el 10% hasta el 5% como medida de alivio. Una propuesta que este 2024 sigue en vigor, pero que no ha conseguido aplacar la tensión.
En apenas 30 días hay productos que han subido hasta un 4,4%, como el pescado (fresco y congelado); un 3,1% (aceite); o un 2,2% (legumbres y hortalizas frescas). El resto de la cesta de la compra de los españoles también se ha incrementado en enero, rompiendo la tendencia bajista que había registrado en el últmo tramo de 2023. El IPC subió otra décima en el primer mes del año hasta situarse definitivamente en el 3,4%. Este impulso se explica básicamente por el repunte de los precios de la electricidad, según el análisis de Estadística. El Gobierno se aferra ahora a la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni energía), cuya tasa se ha reducido al 3,6%.
Los precios vinculados a la vivienda (entre los que se encuentra el recibo de la luz y el gas), se ha disparado en su tasa anual hasta el 1,5%, en contraste con la bajada que experimentaron en enero de 2023. Desde el 1 de enero está en vigor un nuevo tipo del IVA para la factura de la luz, que ya no es del 5%, como hasta diciembre del año pasado, sino del 10%, lo que ha elevado automáticamente los recibos, aunque el precio de generación de la electricidad se haya contenido.