El PP y Junts alcanzaron este lunes un acuerdo para presentar una enmienda destinada a la suspensión del impuesto a la generación eléctrica, condicionado a que no exista déficit de tarifa. Esta medida, incluida en el informe de la ponencia del proyecto de ley para regular el comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero, reduciría el impuesto del 7% actual a un 0%.
Según los populares, la eliminación de este gravamen supondrá un ahorro estimado de 400 millones de euros para las familias, 500 millones para las pymes y 200 millones para grandes industrias. Además, recalcan que este impuesto no existe en el resto de países de la Unión Europea, lo que, en su opinión, reduce la competitividad de la industria española.
Acuerdo con apoyo amplio, pero dividido
Desde el PP, liderado por Alberto Núñez Feijóo, explicaron que la iniciativa avanzó gracias a una enmienda transaccional pactada con Junts, que establece que la suspensión solo se aplicará en ausencia de déficit tarifario. La propuesta recibió el respaldo de formaciones como ERC, el PNV y Vox, mientras que PSOE y Sumar votaron en contra. Paralelamente, se aprobó otra enmienda que favorece la continuidad de la industria de cogeneración.
Posturas divergentes sobre el impacto del impuesto
ERC, una de las formaciones que apoyaron la medida, argumenta que este impuesto encarece la producción de energía eléctrica y retrasa la descarbonización. Fuentes del partido indicaron que el tributo supone un obstáculo para el crecimiento de las empresas energéticas públicas y para los productores renovables independientes que intentan competir en un mercado “totalmente monopolizado”.
“Creemos que las cargas tributarias deben intensificarse sobre los beneficios de las grandes empresas energéticas y de las productoras y distribuidoras de gas y petróleo”, añadieron desde ERC, recordando que fue el PP quien introdujo este impuesto en 2013 con el objetivo de desincentivar la generación de energías renovables.
El debate sobre la supresión del impuesto sigue generando controversia entre las diferentes fuerzas políticas, en un momento clave para la transición energética en España.