Probablemente muchos recordarán el año 2020 con un nudo en el estómago. Pero no todos: además de algún reducto, a la pareja formada por Sara Fernández y Jonatan Munuera les sirvió para dar formar una idea que ya llevaba rondando por su cabeza hacía algún tiempo.
«The Wine Truck es un hijo de la pandemia, el concepto es un bar de vinos sobre ruedas» , explica Sara. La idea original surge de «la inquietud de llevar el vino más cerca de la gente, de democratizarlo y ubicarlo en los espacios populares, en lugar de que la gente tenga que dirigirse a bodegas o tiendas especializadas».
Sara Fernández nació, como ella dice, «en un lugar donde no había vino, en la plana de Vic», pero hace más de 20 años que el amor por la historia y el arte la trajo a Tarragona. Se licenció en esas materias y también estudió Turismo. Tras trabajar un tiempo en bodegas y obtener el master en Enoturismo, decidió apostar por su propio proyecto, The Wine Truck, en el que también colabora su marido. Además del servicio de «bar a copas», gracias a la especialización de Sara en el sector, ofrecen también catas «con un lenguaje entendible para todos, nada de formalismos de sommelier; tan sólo si la ocasión lo requiere», afirma Sara.
Se adaptan a la propuesta que pide el cliente particular y también trabajan para administraciones, ayuntamientos, denominaciones de origen o bodegas, que les contratan para servicios puntuales. A lo largo de este tiempo, han crecido «un 30% en facturación, pero no en ventas», ya que The Wine Truck es el complemento a sus trabajos oficiales y que, por ahora, la truck sólo se pone en marcha los fines de semana, «aunque la idea es a poder ir ampliando a poco a poco entre semana... y algo que nos encantaría: poder tener réplicas de The Wine Truck», asegura Sara.
Empezaron con un crowfunding, que es lo que les ayudó a arrancar y a tener la aceptación por parte del público. «La primera fue una truck de segunda mano, la nueva nos la hicieron a medida, siempre nos dicen que es muy nosotros; es de color negra, muy neutra y la idea es que sea fácil de customizar para que cualquier evento se pueda decorar o logotizar de forma personalizada».
Durante su primer año de vida, en 2022, con este original proyecto fueron finalistas en los premis Emprèn de la Diputació de Tarragona y ganadores del Premi Vinari en Enoturismo com a mejor iniciativa emprendedora. Los premios son importantes, pero la respuesta de la gente, quizá lo es más aún: «siempre es superpositiva, infinidad de veces nos dicen. Nos flipa la respuesta de los jóvenes».
A la hora de decantarse por un caldo, Sara y Jonatan suelen optar por vinos jóvenes de variedades locales, porque para ellos «son los más auténticos, sin maquillar». En The Wine Truck, principalmente, ofrecen vinos catalanes, vermuts y, en alguna ocasión, lo complementan con alguna cerveza artesana, «siempre de pequeños productores, poco conocidos y de diferentes estilos, pero no nos cerramos a nada, porque según el proyecto, escogemos los productos o si los clientes piden algo determinado, también lo incluimos: ¡no somos nada radicales!», confirma sonriente Sara.
The Wine Truck se revela como un planazo. Y es que, como define Sara: «el vino conecta de muchas maneras a personas diferentes con lugares, con su historia, con la gastronomía y con sus gentes; es un producto diamante con muchas caras».
aceptación brutal
su facturación ha despegado un 30% y su próximo objetivo es «tener réplicas» de la propuesta