El Govern de la Generalitat ha prometido aplicar «lo más rápido posible» inversiones y soluciones estructurales para mitigar los daños por las inundaciones y evitar «afectaciones tan graves» como las de ayer en el Delta del Ebro, que no fueron «excepcionales», al tratarse del tercer episodio parecido en cinco años.
Así lo han anunciado la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, y el de Interior, Joan Ignasi Elena, que se han reunido en Amposta con alcaldes de las zonas afectadas y con los responsables de los equipos de emergencia para evaluar los daños por las inundaciones causadas por las lluvias torrenciales que ayer anegaron la zona, en el sur de Catalunya.
Las lluvias torrenciales, que dejaron 243 litros por metro cuadrado en Mas de Barberans, en el Delta de l’Ebre, donde no caía tanta agua en un día desde hace 23 años, causaron inundaciones en varias localidades de las Terres de l’Ebre, cortaron carreteras y vías de tren y obligaron a los Bomberos a rescatar a 12 personas -10 de ellas atrapadas en sus vehículos-, aunque no causaron heridos.
Según datos provisionales facilitados anoche por Protección Civil, los equipos de los Bomberos que están sobre el terreno radiografiando la zona han encontrado por ahora 19 edificaciones dañadas por el agua, aunque no tienen peligro de colapso estructural. Además, el agua también ha dañado 16 infraestructuras, como paseos, carreteras y puentes, pero esta cifra podría aumentar porque los Bomberos aún siguen haciendo el recuento.
De hecho, el conseller Elena ha destacado que se trató de un episodio «muy duro», aunque no fue «excepcional», al tratarse de las terceras inundaciones parecidas en los últimos cinco años en las Terres de l’Ebre, aunque ha reconocido que todavía no se han podido concretar las afectaciones porque se están acabando de valorar los daños.
Vilagrà también ha admitido que este tipo de inundaciones son un hecho «habitual» en la zona debido al cambio climático, por lo que ha reconocido que «no hay suficiente» con las ayudas que aprobarán para restablecer los equipamientos dañados, sino que tendrán que evaluar qué inversiones y soluciones «estructurales» pueden aplicar para evitar que se repitan este tipo de situaciones en el futuro.
La consellera de Presidencia ha resaltado que tras los dos últimos episodios de inundaciones en las Terres de l’Ebre en los últimos cinco años el departamento de Acción Climática y la Agencia Catalana del Agua ya habían llevado a cabo algunas actuaciones que ahora han permitido que no se hayan tenido que lamentar «daños más importantes».
«Pero tenemos que seguir viendo los puntos de mayor riesgo y qué inversiones se tienen que hacer para evitar estas afectaciones tan graves», ha insistido la consellera, que ha garantizado que se buscarán soluciones consensuadas con el territorio para «minimizar y mitigar» los efectos del cambio climático en las Terres de l’Ebre.
«Es evidente que el cambio climático es una realidad absolutamente palpable en esta zona, pero tenemos una estrategia para mitigar los efectos con inversiones concretas, que se deben efectuar lo más rápido posible para evitar estos riesgos», ha indicado.
Por su parte, Elena ha destacado la labor de los servicios de seguridad y emergencias de la Generalitat y la «anticipación» con la que se activaron las alertas por inundaciones y se avisó a los vecinos, y ha agradecido la colaboración de voluntarios de Protección Civil de más de 20 municipios de Cataluña y de los vecinos de las zonas afectadas para ayudar a recuperar la normalidad lo antes posible.
