Muchos puntos de la ciudad de Tarragona quedaron afectados por las lluvias torrenciales que cayeron este viernes en varios puntos de la provincia.
Coches destrozados, muros que se caían y edificios y equipamientos que quedaban dañados gravemente protagonizaron las lamentables imágenes del día de este viernes.
A ellos, se les suma el Nou Estadi de Tarragona, que quedó completamente inundado.
No únicamente salió perjudicado el césped, sino que las instalaciones, que ya sufren cuando hay grandes lluvias, quedaron todavía más maltrechas ayer.
Vestuarios, Bar de l’Estadi, almacenes y cualquier estancia se llenó de agua, con lo que el trabajo que queda por delante este fin de semana se presenta más que duro.
Además, no hay que olvidar que, entre otros, este domingo, a las 18 horas, el primer equipo del Nàstic juega contra el Amorebieta en partido de Primera RFEF. En principio no peligra su disputa, ya que si las lluvias no vuelven a aparecer con tanta violencia, el césped estará en condiciones aceptables para la disputa del duelo.