En su estreno como jugador de un primer equipo Maurizio Pochettino no ha tenido el protagonismo esperado. 184 minutos en 13 partidos es el balance de su año en Tarragona. Pese a ello, el extremo barcelonés valora el aprendizaje y confía que le sirva para el curso que viene. Sea donde sea.
Una despedida agridulce.
Ha sido una temporada complicada para todos y sobre todo para la afición. Y sería bonito poder acabar bien la temporada con una victoria y darle esa alegría.
¿Un año para olvidar?
Sí, a nivel colectivo, está claro que las expectativas eran unas al empezar. Ha sido una temporada con muchos altibajos. Hemos estado cerca del play-off en algunos momentos y después hemos bajado la forma. Si comparas con el principio de la temporada y cuáles eran las pretensiones, pues dirías que no hemos llegado. Pero bueno, eso ya es pasado. Lo importante ahora es mirar hacia adelante. Hay que intentar acabar de la mejor manera posible y creo que lo estamos consiguiendo, al menos.
¿A nivel personal tampoco ha sido lo que esperabas?
Llegué con muchas ganas de poder aportar al equipo, al grupo. También ha sido un año de mucho aprendizaje para mí, a nivel personal. Ha sido el primer año en un primer equipo. Ha sido una gran experiencia. Me hubiera gustado poder contribuir más en términos de minutos en el campo. Todo es un proceso que va a llevar al destino final, que es poder tener una buena carrera y competir más minutos.
¿En qué ha cambiado el ‘Mauri’ que comenzó del que acaba?
Ha sido una temporada que te hace madurar en todos los aspectos de la vida. Fútbolísticamente aprendes lo que es la competición, lo que se juega. Está claro que desde fuera uno ya sabe lo que es. Y más siendo mi padre entrenador y exjugador de fútbol. Pero una cosa es verlo desde fuera y otra cosa es desde dentro. Cada partido, cada jornada, todo por lo que se juega. Ha sido una temporada que me ha hecho crecer, madurar, así que diría que en ese aspecto he cambiado.
Creciste en el fútbol inglés, allí los filiales juegan una liga propia. Un modelo que algunos quieren importar. En tu experiencia, ¿cuál crees que va mejor para el futbolista?
A los jugadores que están creciendo, desarrollándose, les beneficia mucho jugar con otros equipos no filiales. En Inglaterra, falta un poquito de ese sentido de equipo, de colectivo. Allí, es más individual. Uno trata de mirar de hacer una buena temporada. Es igual si su equipo lo hace bien o mal. Aquí prevalece el grupo. Tienes que ser mucho más generoso con el equipo. Así que yo creo que eso beneficia, porque al final, este es el fútbol real. Todo tiene que ser para el equipo, tú tienes que ser generoso con el equipo.
¿Llevar el apellido ‘Pochettino’, pesa o ayuda?
Cuando era más pequeño y empezaba a jugar en el Júnior de Sant Cugat, podía pesar un poquito más porque estás haciendo desde tu camino. Pero yo ya ahora lo veo como algo que me tiene que empujar y dar un punto de orgullo. Mi padre se ha hecho un nombre en el fútbol y tengo que honrarlo a mi manera. Me sirve de motivación.
Es de los padres que comentan tras los partidos o no te dice nada.
No, él está allí para darme todo su apoyo siempre. Si yo le pregunto, me dará su opinión. Si no le pregunto, no suele decir nada. No es mi entrenador, es mi padre.
Empezó en Sant Cugar y luego ya al Southampton, acompañando a tu padre. ¿Fue duro marcharse?
La verdad, recuerdo irme a Inglaterra con ganas, cuando era pequeño. No lo recuerdo como algo traumático. Tocoba irnos allí y fuimos. En tres o cuatro meses ya dominaba el inglés y a partir de ahí ya estaba como en casa.
Acabas contrato. ¿Tienes claro tu futuro?
No. Hasta ahora estaba concentrado en acabar la temporada lo mejor posible. Toca esperar. Tener paciencia. Me ha encantado estar en Tarragona. El club, la ciudad. Ha sido una experiencia increible. Veremos qué pasa. Quiero jugar más. Soy ambicioso. Esté donde esté iré a ganar el puesto.